La casa de Höxter (suroeste de Alemania) donde una pareja de divorciados supuestamente maltrataron y asesinaron al menos a dos mujeres
La casa de Höxter (suroeste de Alemania) donde una pareja de divorciados supuestamente maltrataron y asesinaron al menos a dos mujeres - AFP

«Yo habría sido la siguiente víctima de la casa de los horrores alemana»

Una mujer explica cómo «se salvó de milagro» de morir a manos de una pareja de divorciados de Höxter que atraía a mujeres a través de la sección de contactos de un diario local

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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A Claudia P., de 47 años, le tiemblan las manos al activar la pantalla de su teléfono móvil. «Yo habría sido la siguiente víctima», explica a los periodistas que investigan el caso de la «Casa de los Horrores» de Höxter, en Renania del Norte-Westfalia. Al menos dos mujeres han muerto a causa de malos tratos a manos de una pareja de divorciados que las sometía a torturas y humillaciones. «Cuando escuché su nombre en las noticias acudí a la policía», relata, «y ahora estoy convencida de que me salvé de milagro».

Claudia respondió a un anuncio en la sección de contactos de un periódico local en septiembre de 2015 y durante más de una semana estuvo en contacto con el asesino, Wilfried W. de 46 años, a través de la red social WhatsApp.

El anuncio buscaba una «mujer joven» para «relación seria» y aparecía un número de teléfono móvil al que Claudia llamó con la esperanza de encontrar «alguien con quien ir en serio». «Al principio parecía un tipo muy normal, hacía chistes y mostraba un gran interés por mí. Pero enseguida apareció en escena su hermana», recuerda.

Wilfried seguía viviendo con su exesposa, Angelika B., de la que se había divorciado pero con la que seguía compartiendo estas conversaciones y a la que presentaba como su hermana. El secreto de sumario impide conocer por el momento todos los detalles y no está claro todavía por qué con algunas de las mujeres con las que contactaba buscaba abiertamente una relación y a otras les ofrecía solamente una habitación en alquiler, pero el resultado era siempre el mismo. Una vez que la víctima ponía un pie en la casa, la relación se iba agriando rápidamente y la pareja terminaba reteniéndola contra su voluntad y sometiéndola a graves maltratos físicos.

«Lo que busco es una mujer de sangre caliente para formar una pareja firme. Que sea apasionada, que le guste hacer muchas cosas…»

El pasado 21 de abril, cuando se dieron cuenta de que la mujer de 41 años a la que habían encerrado y dejado sin comer ni beber durante días estaba en un penoso estado, decidieron que era mejor llevarla de vuelta a su piso, en Baja Sajonia. Un problema en el motor del coche les obligó a pedir un taxi y el taxista llamó a una ambulancia. La mujer murió dos horas después, pero gracias a ella comenzó la investigación policial que ha destapado el caso de la «Casa de los Horrores», como la ha apodado la prensa alemana.

Son varias las víctimas que sobrevivieron y que acudieron a la policía cuando vieron la casa de Höxter en las noticias. Aseguran que no denunciaron en su día los maltratos porque antes de dejarlas marchar la pareja las amenazaba con todo tipo de crueldades si decían una sola palabra. En al menos una ocasión, durante el verano de 2014, se les fue la mano y se deshicieron del cadáver de la mujer de 33 años congelándolo primero y después descuartizándolo para quemarlos por partes en el fuego de la chimenea. A su llegada a la casa la habían incluso empadronado. Después procedieron sencillamente a darla de baja.

Angelika, que según los informes psicológicos presenta una personalidad dependiente, ha reconocido estos crímenes en su declaración ante la policía. Wilfried se declara inocente y la culpa a ella de todo. Dice que su exmujer le utilizaba como gancho para atraer a las víctimas por teléfono. «En sus primeros mensajes era simpático y divertido», explica Claudia, que terminó borrando su contacto y que ha recuperado ahora el chat en colaboración con la investigación policial, «pero poco a poco fue volviéndose desagradable e impaciente».

«Lo que busco es una mujer de sangre caliente para formar una pareja firme. Que sea apasionada, que le guste hacer muchas cosas… Que también sea tierna y divertida. Con la que uno puede hablar. Y también que sea sucia en la cama. Etcétera, etcétera», sugirió el asesino. Claudia respondió: «Me gusta la primera mitad de tu mensaje, pero la segunda no. A mí no me gustan los experimentos». Pero él no se dio por aludido y continuó con chistes sexuales y sugerencias lascivas entre comentarios sobre su trabajo como guarda de seguridad. «Si quieres que te envíe vídeos, un pinocho o vídeos normales, solo dímelo. Hasta luego. Besitos». «Mi hermana dice que en estos tiempos enviar un vídeo sucio no es nada malo», volvía a incluir a su exmujer.

El último mensaje

Hacía ya tiempo que no contestaba sus llamadas cuando recibió este último mensaje: «Te he llamado varias veces y no estás. Aunque sea ya tarde por la noche. Dónde te metes a esas horas, eso no lo sé. ¿Qué pasa? ¿Es que tienes a otro? Lo que quiero que me digas es dónde podemos encontrarnos». Después de leer esto, Claudia borró el contacto y esa decisión pudo salvarle la vida.

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