Francia, asediada por los atentados durante 2015

El país ha sufrido tres atentados hasta noviembre, que han causado más de una docena de muertos. El más grave fue el 7 de enero, cuando dos yihadistas irrumpieron en la redacción de Charlie Hebdo causando 11 muertos

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Francia ha vivido un 2015 de horror con tres atentados que han han causado decenas de muertos y han provocado el pánico entre la población que se han sumado a los ataques sufridos este viernes. [ Sigue en directo los acontecimientos]

El 7 de enero, dos yihadistas atacaron la sede del semanario satírico 'Charlie Hebdo', que publicó unas viñetas burlándose de Mahoma, causando 11 muertos y 11 heridos, cuatro de ellos graves. Los hermanos Kouachi irrumpieron el 7 de enero por la mañana en las oficinas de la revista y dispararon indiscriminadamente contra quienes allí se encontraban al grito de 'Alá es grande'.

Said y Chérif, vinculados a Al Qaeda en la Península Arábiga —la red de Al Qaeda en Yemen— lograron esquivar la persecución policial durante dos días, para terminar abatidos en un tiroteo en una fábrica de Dammartin-en-Goële.

Al día siguiente, 8 de enero, un policía municipal murió y otro resultó herido en un tiroteo en la periferia de París, en la Puerta de Chatillon. Este nuevo atentado también fue de autoría yihadista, según confirmaron posteriormente fuentes del ministerio del Interior galo. [ Mira las imágenes de la tragedia]

Minutos después de este suceso, se registró una explosión en un restaurante próximo a una mezquita y ubicado en la localidad de Villefranche sur Saone, en la región del Ródano, en el este de Francia, sin que hubiera que lamentar víctimas mortales ni heridos.

Posteriormente, en junio, un trabajador fue decapitado en un atentado cometido en una fábrica de productos químicos de Isère, Francia. Se trataba del gerente de una empresa de transportes y el jefe del presunto autor del ataque.

Posteriormente, en agosto, un hombre disparó e hirió a tres personas en un tren que cubría la ruta entre Ámsterdam y París. Afortunadamente fue reducido por varios pasajeros del tren antes de que pudiese cometer el baño de sangre que planeaba a bordo del tren.

Francia ha vivido este 2015 una sucesión de atentados que le han situado en el punto de mira del terrorismo yihadista y que arrancó apenas comenzado el año con un tiroteo en la sede de la revista satírica 'Charlie Hebdo', donde los hermanos Saïd Kouachi y Chérif Kouachi perpetraron un tiroteo que dejó once muertos.

Los hermanos irrumpieron el 7 de enero por la mañana en las oficinas de la revista y dispararon indiscriminadamente contra quienes allí se encontraban al grito de 'Alá es grande'. Said y Chérif, vinculados a Al Qaeda en la Península Arábiga --la red de Al Qaeda en Yemen-- lograron esquivar la persecución policial durante dos días, para terminar abatidos en un tiroteo en una fábrica de Dammartin-en-Goële.

La persecución de los hermanos Kouachi coincidió en el tiempo con las acciones de Amedy Coulibaly, declarado miembro de Estado Islámico. Coulibaly mató a tiros a una policía en el barrio de Montrouge el 8 de enero y un día más tarde se atrincheró en un supermercado judío de París, en un secuestro que concluyó con la muerte de cuatro rehenes y del propio terrorista.

A partir de esta cadena de atentados, el Gobierno francés decidió elevar al máximo el nivel de alerta Vigipirate, lo que implicó un amplio despliegue de seguridad que se hizo especialmente visible en zonas de especial interés. Las Fuerzas Armadas se sumaron a una tarea de vigilancia ciudadana que tuvo París como principal escenario de preocupación.

En junio volvieron a saltar todas las alarmas, en esta ocasión en una fábrica de Saint-Quentin-Fallavier, cerca de Lyon. La irrupción de un hombre en el interior de las instalaciones y el hallazgo de un cuerpo decapitado reavivó el miedo al terrorismo, si bien las autoridades han terminado por tratarlo como un caso aislado.

BOMBARDEOS EN SIRIA

Francia ha traducido esta alerta interior en una mayor implicación en la lucha internacional contra el terrorismo, consciente de que, como han llegado a reconocer los propios dirigentes galos, existía una elevada posibilidad de que volviesen a producirse atentados en suelo francés.

En septiembre, el presidente galo, François Hollande, confirmó que Francia comenzaría a bombardear posiciones de Estado Islámico en Siria, en un gesto de implicación hacia la coalición que lidera Estados Unidos. El Gobierno francés alegó que adoptaba esta medida en "legítima defensa".

Estado Islámico ha condenado la intervención militar extranjera en Siria y ha lanzado amenazas sucesivas contra los países que colaboran en la coalición norteamericana, así como contra Rusia, que inició a finales de septiembre su propia ofensiva. En octubre de 2014, el grupo yihadista ya había lanzado un mensaje a sus "hermanos" en Francia para alentar los ataques de 'lobos solitarios'.

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