Sir Ivan Rogers, en Bruselas el pasado mes de junio
Sir Ivan Rogers, en Bruselas el pasado mes de junio - REUTERS

Dimite el jefe de la diplomacia británica en la UE tras ataques «brexiters»

Ivan Rogers enfureció a los euroescépticos al asegurar que llevaría diez años completar la salida de la UE

LONDRES Actualizado: Guardar
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Sir Ivan Rogers, de 57 años, el representante permanente del Reino Unido ante la UE, el mayor diplomático del país en Bruselas, ha dimitido de manera súbita solo unas semanas después de recibir duras críticas de los partidarios del Brexit. Rogers los enfureció cuando a comienzos de diciembre se filtró un informe suyo al Gobierno en el que advertía que dejar la UE por completo llevaría al menos diez años y no dos, como viene sosteniendo con bastante voluntarismo el Gobierno de Theresa May. Además recordaba que los parlamentos nacionales deberán visar el acuerdo, ralentizándolo todavía más.

Tanto sus detractores como sus partidarios comparten que es uno de los funcionarios británicos con más conocimiento de los complicados entresijos bruselenses.

El liberal Nick Clegg, que trabajó con él hace veinte años en la UE, califica su marcha de “tremendo golpe para el Gobierno”. A priori, Rogers estaba llamado a jugar un papel estelar en el proceso de negociación, que se abrirá antes de finales de marzo, cuando May tiene previsto activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que inicia el proceso de salida. Había sido nombrado por Cameron hace tres años y su mandato expiraba a finales del próximo. Fue el principal asesor del anterior primer ministro en su acuerdo con la UE previo al referéndum.

Su marcha ha sido celebrada abiertamente por los eurófobos. “Deberían dimitir todavía muchos otros diplomáticos”, reclamó Nigel Farage, el ex líder de Ukip. Arron Banks, el millonario que es el principal mecenas de la formación xenófoba, definió a Rogers como “otro de la vieja guardia del establishment europeísta” y pidió que sea sustituido “por alguien con más optimismo”.

No era ningún secreto que el diplomático estaba lejos de compartir el entusiasmo por el Brexit y recibió invectivas de diarios eurófobos, como el amarillo “Daily Mail”. Se especula con que el informe en el que advertía al Gobierno del largo y tortuoso camino del proceso fue filtrado por brexiters bien situados en Westminster, que buscaron así apartarlo. Lo cierto es que lo han conseguido.

El Número 10 de Downing Street lo ha despedido de manera protocolaria, agradeciéndole los servicios prestados y sin mayores valoraciones. Hay que tener presente que el superior directo de Rogers era el jefe de Foreing Office, el ministro de Exteriores, Boris Johnson, quien fue cabeza de cartel de la campaña del Leave en el referéndum.

La dimisión repentina de Rogers, aunque puede ser aplaudida por ministros brexiters com Liam Fox o Johnson, supone un contratiempo para May, por su gran conocimiento de la mecánica europea. “Su renuncia hace menos probable un buen acuerdo de Brexit. Es uno de los pocos en la cúpula del Gobierno británico que entiende la UE”, ha valorado Charles Grant, director del centro de pensamiento Centre for European Reform.

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