Una policía alemana hace guardia en un bloque de viviendas de Düsseldorf, Alemania
Una policía alemana hace guardia en un bloque de viviendas de Düsseldorf, Alemania - EFE

Detenidos dos islamistas en Alemania relacionados con los terroristas de Bruselas

La policía alemana sigue de cerca a varios cientos de personas que han ido a Siria

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La Fiscalía de Düsseldorf confirmó ayer la detención de un islamista alemán que fue capturado en Turquía y deportado después a Holanda junto con uno de los autores de los atentados terroristas de Bruselas. Samir E., de 28 años y nacionalidad alemana, fue arrestado el jueves en cumplimiento de una orden de detención que pesaba sobre él por robo organizado y está siendo investigado por «preparar un acto grave de violencia contra el Estado». La detención corrió a cargo de un comando de élite de la Policía en Bilk, un barrio de Düsseldorf. «Era un vecino muy correcto, muy educado y tenía al día todos los pagos de la vivienda», ha declarado un vecino del edificio que fie testigo de la operación en la madrugada del jueves.

Samir E. no era precisamente un desconocido para la policía alemana, que sigue de cerca a varios cientos de sospechosos que han visitado en los últimos años campos de entrenamiento en Siria y que podrían urdir planes para atentar en Alemania. Según ha publicado el semanario «Der Spiegel», Samir E. es conocido por las autoridades por pertenecer a la corriente salafista, de tendencia islámica radical, y fue capturado a mediados de 2015 junto con el atacante suicida del aeropuerto de Bruselas Ibrahim El Bakraoui en la frontera entre Turquía y Siria por sospechas de haber participado o tener intención de participar en la guerra civil siria. Ambos fueron deportados en un mismo avión a Ámsterdam, desde donde habían partido a Turquía. Otras informaciones periodísticas lo han relacionado también con el hermano de éste, Jalid El Barkraui, que según las investigaciones se hizo estallar en el metro de Bruselas.

Pero además de los seguimientos de larga duración, también los controles aleatorios fronterizos están dando frutos en la investigación de la conexión alemana con los atentados de Bruselas. Así es como ha sido detenido un marroquí de 28 años que tenía dos mensajes sospechosos en su teléfono móvil y que fue interceptado en un control de rutina en la ciudad de Giessen, cerca de Fráncfort. Al revisar su documento de identidad, la policía descubrió que tenía prohibido ingresar en el espacio Schengen y antecedentes penales en Italia y Alemania. En los SMS hallados en su teléfono móvil aparecía el nombre del atacante suicida del metro de Bruselas, Kha lid El Bakraoui. Otro mensaje corto llevaba la palabra "fin" en francés y está siendo decodificado por la policía alemana.

Los servicios de inteligencia alemanes mantienen desde hace años infiltrada la escena salafista en este país y la seguridad ha sido reforzada en nudos de comunicación, puestos fronterizos y centrales nucleares, pero aun así el ministro de Interior, Thomas de Maziére, reconoce que, al igual que el resto de Europa, el país no es ajeno a cierto grado de vulnerabilidad. En una entrevista concedida a Bild, de Maziére ha admitido que Alemania, al igual que Francia y Bélgica se encuentra desde hace tiempo entre los objetivos del terrorismo islámico y ha apuntado que las fuerzas de seguridad del país se mantienen vigilantes y decididas a terminar con las amenazas y posibles ataques del islamismo radical. Por ese motivo, ha subrayado «la importancia de intercambiar información con otros países europeos y con otros estados amigos que también plantan cara a Estado Islámico». «Nuestro Estado de Derecho es defendible y eso lo demuestran los numerosos procesos penales abiertos y la gran cantidad de salidas del país que se han evitado», ha dicho, en referencia a personas radicalizadas en Alemania y que tienen intención de viajar a Siria para ser entrenadas allí por Estado Islámico.

Previsión de más atentados

El director de la policía criminal alemana (BKA), Holger Münch, alertó ayer sobre el peligro de que Europa sea escenario de más atentados terroristas. «Europa está desde hace tiempo en la mira de la propaganda islamista. A ello se suma que el llamado Estado Islámico se ha debilitado en Siria e Irak», ha explicado, «de forma que se encuentra presionado y necesita acciones que llamen la atención y demuestren su poder».

Mündh advirtió además que los terroristas están redoblando sus llamamientos a seguidores para atentar en los países de los “infieles” y “eso significa que la amenaza en Europa sigue siendo alta y que no hay que descartar nuevos atentados".

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