Central nuclear de Tihange, al este de Bruselas
Central nuclear de Tihange, al este de Bruselas - ABC

Los asesinos estudiaron cómo atentar contra una central nuclear

Dos de los yihadistas filmaron al ingeniero jefe de una instalación atómica, pero sus planes se frustraron tras un registro de la policía

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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Bélgica y media Europa habrían vivido una catástrofe inimaginable si los terroristas de la banda que cometió los ataques de Paris en noviembre y en Bruselas el martes pasado hubieran puesto en práctica los planes que según todos los indicios tenían en mente para atacar instalaciones nucleares belgas. De hecho, según la prensa belga, las operaciones que perseguían a Salah Abdeslam, el fugitivo de los atentados de la capital francesa, habrían precipitado los crímenes del aeropuerto de Zaventem y del metro de Bruselas y al mismo tiempo el suicidio de los terroristas habría evitado que sus peores planes se pusieran en práctica.

A pesar de estas revelaciones, el organismo encargado de determinar el grado de amenaza terrorista (OCAM) decidió ayer por la tarde rebajar un escalón el nivel de alerta hasta el 3 (de 4) lo que significa que las autoridades apuestan por intentar volver cuanto antes a lo más parecido a una vida normal, pasados los tres días de luto oficial.

El nivel 3 es el que se mantenía antes de los atentados del pasado martes que han causado más de 30 muertos y un número de heridos que sobrepasa los 200, muchos de los cuales se encuentran en una situación de extrema gravedad..

La confirmación de esa relación entre los atentados y las centrales nucleares la ha proporcionado un diario belga, «La Derniere Heure» que cita informes policiales en los que se identifica a los hermanos Ibrahim y Khalid El Bakraoui como los que habían ido a recoger una cámara que se había situado frente al domicilio del director del programa de investigación y desarrollo de la industria nuclear belga. Hasta ahora, la policía no había encontrado una relación clara entre la cámara, encontrada en casa de una persona sospechosa de complicidad con los atentados de Paris, hasta que se ha identificado a los que la fueron a recoger y que son dos de los suicidas de Bruselas. Estos habían acudido a recoger la filmación con las idas y venidas del domicilio de uno de los máximos responsables de la industria nuclear belga poco después de los atentados de Paris.

Más protección

Por añadidura, la semana pasada las autoridades nucleares belgas reconocieron haber retirado la autorización de acceso para sus instalaciones a una serie de personas que hasta ahora podían entrar en la zona de seguridad. No se ha comunicado ni las identidades ni las razones de esta decisión, que obedece a las «especiales reglas de protección» que afectan a la industria nuclear.

No se ha podido determinar hasta qué punto esos planes estaban avanzados o si los terroristas hubieran podido fabricar un explosivo lo bastante potente para afectar a instalaciones vitales, pero por si acaso, el Gobierno belga ha ordenado reforzar el despliegue militar en torno de las centrales nucleares que están en funcionamiento.

Mientras tanto, la policía sigue tratando de localizar a uno o dos terroristas de los que no se tiene constancia que murieron en los ataques. Según el fiscal general Frédéric Van Leeuw, el hombre cubierto con sombrero y ropa beige que empuja el tercer carro con las siniestras maletas cargadas de explosivos, es el que llevaba la carga más importante y sigue siendo buscado activamente. También se tiene el convencimiento de que había un segundo terrorista en el vagón del metro en la estación de Maelbeek junto a Khalid El Bakraoui, pero no se tiene ni datos sobre su identidad ni se conocen todavía detalles sobre su aspecto. Los medios belgas difundieron un supuesto retrato-robot que las autoridades dieron luego por falso.

Esa persona ha sido filmada por las cámaras de seguridad llevando un gran bolso y al lado del suicida, del que se sabe -porque lo dejó escrito en su ordenador- que se sentía cercado por la policía y «sin saber que hacer». El individuo desconocido del bolso habló con El Bakraoui pero no entró en el vagón que luego explotaría.

El mismo terrorista que se suicidó en esa estación de metro, Khalid El barkaoui, ha sido ahora identificado como la persona que alquiló un piso en la ciudad de Charleroi, al sur de Bruselas, y que fue utilizada para esconderse por los terroristas que actuaron en París el 13 de noviembre. Una confirmación más de que los dos ataques terroristas tuvieron un solo y mismo origen, entre el barrio bruselense de Molenbeek y la guerra de Siria, donde actúa el siniestro Estado Islámico, que es la organización que reivindicó los últimos atentados.

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