Los demócratas salvan el estado de Virginia y recuperan Nueva Jersey
La reelección de Bill de Blasio como alcalde de Nueva York confirma una noche de derrotas republicanas. Revés para el trumpismo en Virginia, en los primeros comicios estatales desde la elección presidencial
El primer aniversario de la victoria electoral de Donald Trump tendrá un sabor amargo. Aunque convertir los comicios a gobernador en termómetro de una gestión presidencial pueda encontrarse siempre con matices, la disputa del estado de Virginia ha supuesto un indudable revés para el republicanismo y para el trumpismo, que aspiran a recuperar el estado «swing» (pendular entre un partido y otro) con vistas a las legislativas de 2018 y a las presidenciales de 2020. En el primer test estatal desde que Trump se sentara en el Despacho Oval , el candidato demócrata de Virginia, Ralph Northam, se impuso con más claridad de la esperada al conservador Ed Gillespie. Aunque los demócratas ya habían gobernado el estado los últimos cuatro años y a pesar de que Hillary Clinton había derrotado a Trump en las presidenciales por casi cinco puntos en un territorio colindante con Washington DC, con mucha resistencia al presidente outsider, la distancia de casi nueve puntos en favor de los demócratas debilita la idea de una remontada republicana los próximos años.
Las cerradas encuestas de los estos días han quedado desmentidas en las urnas. La ruidosa campaña de Gillespie, que jugó al nacionalismo de Trump pero sin mostrar a Trump, con mensajes radicales contra la inmigración y en favor del proteccionismo económico, no ha servido para que los republicanos recuperen terreno en Virginia. Northam, quien fuera mano derecha del gobernador Terry McAuliffe, aspirante en las pasadas primarias presidenciales demócratas, será quien gobierne el estado los próximos cuatro años.
La noche de victorias demócratas y derrotas republicanas no se ha detenido ahí . El desgaste sufrido por el gobernador Chris Christie los últimos ocho años, con una gestión azotada por los escándalos, ha pasado factura a quien aspiraba a sucederle, Kim Guadagno. El también republicano, y hasta ahora segundo del gobernador saliente, ha perdido la elección por más de trece puntos, a manos del demócrata Philip D, Murphy. El ex ejecutivo de Wall Street y del Goldman Sachs, la entidad financiera que algunos compañeros de partido utilizaron como diana de sus críticas durante la pasada elección presidencial, convirtió su inexperiencia en política en una de sus virtudes, ante un electorado que volvió a preferir a un outsider.
En una jornada electoral activa en diversos estados y ciudades del país, también el demócrata Bill de Blasio mantuvo con una victoria cómoda la alcaldía de Nueva York. Pese al desgaste sufrido estos cuatro años con algunas polémicas en su gestión, como el enfrentamiento con un amplio sector de la policía neoyorquina, De Blasio arrasó en las urnas a la republicana Nicole Malliotakis, al obtener más del 65% de los sufragios.
