El secretario general de la OEA, Luis Almagro, en una imagen tomada en 2016
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, en una imagen tomada en 2016 - Efe

Premio Oswaldo PayáCuba prohíbe al secretario general de la OEA, Luis Almagro, viajar a La Habana

El régimen castrista acusa al diplomático uruguayo, que iba a recoger un galardón por su defensa de la democracia en Latinoamérica, de involucrarse en «actividades anti-cubanas»

Madrid Actualizado: Guardar
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Las autoridades de Cuba han impedido al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), del diplomático uruguayo Luis Almagro, viajar a La Habana para recoger el premio Oswaldo Payá que le iba a entregar este miércoles la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, presidida por la hija del fallecido disidente, Rosa María Payá.

Esta medida se suma a la prohibición de entrar a la isla para participar en el acto de otros invitados, como el expresidente de México Felipe Calderón y a la ex ministra chilena Mariana Aylwin, que iba a recibir un reconocimiento para su padre, Patricio Aylwin, el primer presidente tras la dictadura de Augusto Pinochet.

El propio Almagro ha informado, a través de una carta pública dirigida a Payá y colgada en web de la OEA y difundida por Twitter, de su «imposibilidad de ir» dado que su solicitud de visa para el pasaporte oficial de la OEA «fue denegada por el Consoulado de Cuba en Washington», al tiempo que se le negó «la posibilidad de ingreso con documento uruguayo, que no requiere visado».

El secretario general de la OEA explica en su escrito las razones expresadas por las autoridades de la isla, que habrían expresado su «asombro» por el «involucramiento» de Almagro en «actividades anti-cubanas» y habrían señalado que el motivo por el cual se solicitaba la visa es «una provocación inaceptable».

Además, siempre según Luis Almagro, esgrimieron que el premio que iba a recibir «no es reconocido por el Estado cubano» e indicaron que las actividades de la iniciativa « Cuba decide», a la que pertenece Rosa María Payá, «socavan el sistema electoral cubano».

Estas razones, de acuerdo con la carta del secretario general de la OEA, fueron expuestas el pasado jueves pasado en una reunión a la que fue convocado un funcionario de la organización, Chris Hernández-Roy, por el cónsul de Cuba en Washington y el primer secretario del consulado.

La respuesta de la OEA a esas argumentaciones han sido que su «único interés» ha sido, es y será «facilitar el acercamiento de Cuba a los valores y principios del sistema interamericano, tanto en lo que refiere a la defensa de la democracia como a la promoción y respeto de los derechos humanos, al tiempo de expandir los logros de Cuba en la ciencia, salud y educación» a la región.

Según Almagro, que algún «análisis tan superficial como alarmista, parece haber alertado sobre el peligro que mi visita y la ceremonia anunciada podrían tener para el futuro de las relaciones Cuba- Estados Unidos, y el bienestar del pueblo cubano ya que se podría motivar una actitud de endurecimiento del gobierno hacia grupos que no comulgan con este».

A su juicio, «sería bastante ridículo que luego de 67 años de revolución [lo exacto serían 57], tanto el bienestar del pueblo cubano, como las relaciones bilaterales con Estados Unidos, dependieran de esta ceremonia».

«Sería ridículo que tras 57 años de revolución, el bienestar del pueblo cubano y las relaciones con EE.UU. dependieran de esta ceremonia»
Luis Almagro

Además, explica que su presencia y la ceremonia prevista para este miércoles «no se diferencia de otros eventos similares qeu tienen lugar en otros países de la región» en los que ha participado y que «se realizan sin que el gobierno los apoye necesariamente, pero sin censurarlos, porque son parte de la tolerancia de los sistemas y valores democráticos».

Sú «única preocupación adicional», añadió a las autoridades cubanas, es «garantizar que no exista ninguna forma de represión ni represalia alguna sobre los organizadores del evento», algo que consideraría «absolutamente injusto e indeseable».

En ningún caso, recalca, su presencia y actividades son «anti-cubanas». Al contrario, afirma, desea «que Cuba alcance los máximos niveles de desarrollo y bienestar social para su pueblo, con todos los derechos garantizados para todos los cubanos».

Subraya así mismo su discrepancia con la «criminalización» del grupo «Cuba decide», pues «los mecanismos constitucionales de democracia directa que proclaman son un instrumento esencial para la expresión de los pueblos». «Es claro además que, por el contrario, quiero honrar la memoria de Oswaldo Payá», concluye a la carta.

Cuba quedó excluida de la OEA en 1962. A pesar de que en 2009 se levantó esa suspensión, el régimen castrista no ha querido regresar a esta organización. No obstante, el predecesor del anterior secretario general, José Manuel Insulza, visitó la isla en 2014 por primera vez en cinco décadas y al año siguiente Cuba participó en una Cumbre de las Américas.

Entre los apoyos recibidos por Rosa María Payá al acto de este miércoles se encuentra el expresado por la ex secretaria de Estado de EE.UU. Madeleine Albright, quien califica a su padre, Oswaldo Payá, como «uno de los mayores defensores mundiales de la lucha por la democracia». Albright esperaba que Cuba permitiera a Luis Almagro acudir a recibir el premio del disidente, fallecido en 2012 en un supuesto accidente de circulación en la isla en circunstancias no aclaradas.

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