Cuatro personalidades españolas hablan sobre el presente y el futuro de la UE

Marcelino Oreja, Josep Borrell, Íñigo Méndez de Vigo y Elena Valenciano hacen balance sobre lo que ha significado desde su creación y cuáles son sus desafíos más importantes

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  1. Ha llegado el momento de avanzar

    La equiparación de nuestra democracia a las más avanzadas de Europa, la modernización económica, los fondos de cohesión, la apertura al mundo, el impulso a la competitividad, la apertura de mercados, la euroorden contra el crimen y el terrorismo. Estos son solo algunos ejemplos de lo mucho que ha aportado la Unión Europea a España. El desarrollo de nuestro país durante estos últimos treinta años no habría sido posible sin su pertenencia a la Unión. Más que cualquier beneficio concreto económico o social, Europa ha sido para España un espejo en el que medir su modernización, su competitividad, su apertura al mundo y su asunción de los valores de democracia, libertad, seguridad y solidaridad

    Pero ha llegado el momento de renovarse para hacer frente a los nuevos retos que se le presentan a la Unión: la lucha contra las tendencias desintegradoras y los populismos, la necesidad de buscar una estrategia contra el terrorismo, de hacer frente a la creciente inmigración o de integrar nuestros valores en la globalización.

    Es lo que plantean a ABC cuatro personalidades políticas vinculadas a Europa. El exministro de Exteriores y excomisario, Marcelino Oreja, cree que ha llegado el momento de culminar la unión económica y fiscal y de promover las bases de una unión política. El actual portavoz y en el reciente pasado destacado europarlamentario, Íñigo Méndez de Vigo, sostiene que hay reafirmar los valores fundacionales de la UE: paz, prosperidad y bienestar sin olvidar los problemas concretos.

    El expresidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, cree que la UEsolo se ha iniciado un proceso a medio construir. Y la vicepresidenta de los socialistas en la Eurocámara, Elena Valenciano, sostiene que ha llegado el momento de enfrentarse a los extremismos desde Europa.

  2. Marcelino Oreja: «Las dos velocidades

    Marcelino Oreja, exministro de Exteriores y excomisario europeo
    Marcelino Oreja, exministro de Exteriores y excomisario europeo - JAIME GARCÍA

    «Creo que la Cumbre de Roma debe jugar un papel muy importante y poner en marcha un proyecto de relanzamiento de la Unión Europea», afirma Marcelino Oreja, el ministro de Asuntos Exteriores que en julio de 1977 solicitó la apertura de las negociaciones con Bruselas encaminadas a la adhesión de España. Oreja quiere «poner de relieve» que «fue el Rey Don Juan Carlos quien anunció la prioridad europea» en su discurso de proclamación el 22 de noviembre de 1975 y que esta decisión se adoptó con el consenso «de todas las fuerzas políticas», obtenido por el presidente del Gobierno Adolfo Suárez.

    Cuarenta años después, el político destaca las nuevas amenazas que afronta la UE, como «el terrorismo, la crisis de los refugiados, la coyuntura económica complicada, el Brexit, el nacionalismo, la xenofobia, la pérdida de fe en la integración o el giro dado por EE.UU. Y frente a ellos defiende la consolidación de «unas instituciones democráticas» volcadas en «un mayor proceso de integración», teniendo en cuenta que «el destino final de la construcción del proyecto común europeo es la unión política».

    De los cinco escenarios posibles que se plantean para la UE, Oreja cree que «la opción que tiene un mayor consenso es la de una Europa a varias velocidades», algo que «de hecho, ya existe entre la zona euro y el espacio Schengen», aclara. «Aunque suscita resistencia en los países del Este y hay una amenaza a la unidad (el Brexit), yo creo en la necesidad de estas cooperaciones reforzadas. No es un método de excluir sino de organizar el proceso de los que quieren hacer más», precisa.

  3. Josep Borrell: «Es una gran obra, pero está a medio construir»

    Josep Borrell
    Josep Borrell - J. M. SERRANO ARCE

    «La UE ha sido, sin duda, unas de las obras civilizatorias más grandes que ha hecho la humanidad: 60 años de paz no es poca cosa en un continente como Europa», afirma Josep Borrell, pero advierte que «es una decisión a medio construir, y de ahí viene el problema. Hemos iniciado un proceso y no lo hemos terminado, pero su gran mérito es existir y habernos dado 60 años de paz».

    El político socialista precisamente defendió ayer en Roma, en el foro que mantuvieron los federalistas europeos, que «la integración no es suficiente. Uno puede tener o no una moneda única, pero si la tiene, como hemos decidido, la tiene que tener con todos los atributos que tiene una unión monetaria», explica. «Si suprimimos las fronteras interiores, debemos entender que la frontera exterior del país vecino es nuestra frontera exterior y, por lo tanto, las fronteras exteriores son comunes. Eso tampoco lo hemos acabado de completar. Schengen y el euro son incompletos, y seguramente eso ha propiciado un fuerte escepticismo o antieuropeísmo, porque no hemos acabado el edificio».

    Josep Borrell también advierte sobre la falta de sentimiento europeo entre los jóvenes. Antes de jubilarse como profesor en la Universidad «les decía que los treinta años de España en la UE (1986-2016) eran los mejores de nuestra historia moderna, desde la batalla de Trafalgar, pero no lo veían así, porque de estos treinta años, han vivido los seis últimos, que han sido muy difíciles para ellos», relata. «Hemos hecho una parte de Europa, pero no hemos hecho lo suficiente en la construcción de un sentimiento de pertenencia a una colectividad. El demos europeo es débil y la crisis lo ha debilitado aún más».

  4. Iñigo Méndez de Vigo: «Europa debe ser segura, pero justa y solidaria»

    Iñigo Méndez de Vigo
    Iñigo Méndez de Vigo - MATÍAS NIETO

    El actual portavoz del Gobierno, durante muchos años destacado europarlamentario, recuerda que el canciller alemán Konrad Adenauer, uno de los firmantes del tratado de Roma, contaba que quienes se aprestaban entonces a realizar la firma parecían un grupo de jubilados que iban a inscribir un equipo de bolos en el notario. «No eran conscientes –dice- del paso que estaban dando y la prueba es que el Reino Unido desdeñaba entonces la iniciativa. Aquello, sin embargo, fue el comienzo del periodo más fructífero de la historia de Europa, porque se ha logrado una Europa en paz, en democracia y en el respeto de los Derechos fundamentales, una Europa asentada en el crecimiento económico, en la prosperidad y en la libertad. El balance es realmente extraordinario»

    Sobre la crisis que vive la UE en estos momentos, subraya que visto en perspectiva, Europa ha tenido altos y bajos como todas las obras humanas, y que lo que le pasa ahora es consecuencia de lo que les ocurre a los Estados que forman la UE. «Lo que toca hacer –señala– es reafirmar los principios y valores que están en el origen de la construcción de Europa y ponderar lo que se ha hecho en términos de paz, prosperidad y bienestar. Después, resolver asuntos concretos, entre ellos, cómo crecer y crear empleo y cómo lograr que Europa siga siendo un lugar seguro y, al mismo tiempo justo y solidario».

    Pone de relieve Méndez de Vigo que nuestro país, aunque no fue uno de los fundadores, se dio cuenta nada más entrar de lo que era la UE, que para sacar beneficios había que participar en la integración europea. «Enseguida nos sentimos parte del proceso y protagonistas. Estar en la UE nos sirvió para nivelar las diferencias de renta con que llegamos en los años ochenta y para ganar en autoestima porque había estado ausentes de la política europea», afirma.

  5. Elena Valenciano: «La UE se enfrenta a extremismos destructivos»

    Valenciano, vicepresidenta del grupo socialista en el PE
    Valenciano, vicepresidenta del grupo socialista en el PE - JOSÉ RAMÓN LADRA

    Eurodiputada entre 1999 y 2008, tiempo durante el que que ejerció como secretaria general adjunta portavoz de la Delegación Socialista Española, y coordinadora socialista de la Subcomisión de Derechos Humanos, Elena Valenciano fue elegida el pasado mes de octubre vicepresidenta del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (S&D).

    Europeísta convencida, el balance de la exdiputada socialista de estas seis décadas de la UE es «positivo, sin duda. ¡Piensen cómo estaba Europa hace 60 años!», señala a ABC. Sin embargo, es evidente que se llega a esta celebración con una gran desafección hacia dicha institución por parte de los ciudadanos y un gran rechazo de algunos líderes políticos. De ahí que a pesar de este balance, «no deben ignorarse los retos y riesgos a los que nos enfrentamos: la renacionalización, populismos de todo color, extremismos destructivos, pobreza, precariedad laboral...», señala.  

    En cuanto a qué ha supuesto para nuestro país su pertenencia a la UE, a la que se incorporó en 1986, para la exdiputada socialista significó «la entrada en el club de las grandes democracias avanzadas, donde no estábamos».

    En un momento en el que el club parece debilitarse, con la inminente puesta en marcha de la salida del Reino Unido –decisión aprobada en un referéndum popular–, y en el que líderes como Marine Le Pen prometen la salida de Francia de la UE si gana las próximas elecciones, Valenciano considera que España «debería empeñarse en formar parte del grupo de países que defienden los valores que inspiraron la construcción europea. No tenemos mejor papel ni tarea más importante en un mundo globalizado y muy competitivo», concluye.

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