Decepción en las filas «piratas» al conocer los resultados en Islandia
Decepción en las filas «piratas» al conocer los resultados en Islandia - EFE

Los conservadores ganan las elecciones legislativas en Islandia

El Partido Pirata no cumple las expectativas y se convierte en la tercera fuerza del Parlamento

COPENHAGUE Actualizado: Guardar
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Los conservadores han resultado ganadores en las elecciones legislativas de Islandia a pesar de que se presumía un fuerte castigo de los votantes a la coalición que gobernaba el país. El partido de la Independencia, que consiguió cerca del 30 por ciento de los votos y 21 escaños, deberá, sin embargo, buscar aliados para lograr la mayoría necesaria, establecida en 32 escaños, por lo que necesitará contar con su anterior socio, el Partido del Progreso (8 escaños) que ha sido el gran derrotado al haber perdido once diputados y casi un 13 por ciento de apoyo parlamentario. La suma de estos dos partidos resultaría insuficiente por lo que los siete diputados obtenidos por el Partido de la Regeneración, que se define como liberal y proeuropeo, tendrán la llave de la gobernabilidad en el país, frente a los partidos de izquierda que han alcanzado 27 diputados.

Por ello, el primer ministro islandés, Sigurdur Johannsson, ha anunciado su dimisión tras no haber logrado mayoría en las elecciones legislativas celebradas. «De acuerdo con la Constitución he presentado mi dimisión ante el presidente, Gudni Johannesson, que me pidió que siguiera en el cargo hasta la formación de un nuevo gobierno», ha anunciado.

Con un 80 por ciento de participación, los islandeses no han sido tan atrevidos como hicieron creer en las encuestas y parece que el miedo a entregar el gobierno a un partido antisistema como el Partido Pirata ha pesado más que la losa de la corrupción que provocó estas elecciones anticipadas. Las expectativas de los Piratas, que llegaron a tener una intención de voto de 40 por ciento hace unos meses, quedaron bastante defraudadas con un 15 por ciento de los votos y 10 diputados, aunque suponen un salto importante en apenas tres años.

Parece que, en el ánimo de los islandeses, han podido influir las promesas del líder del Partido de la Independencia, Bjarni Benediktsson, actual ministro de Finanzas, de reducir los impuestos y continuar el camino de la recuperación económica. Propuestas menos utópicas que las de la líder del Partido Pirata, Birgitta Jónsdóttir, poetisa, activista y antigua colaboradora de Wikileaks, que consistían en aumentar la democracia y la transparencia, luchar contra la corrupción, despenalizar las drogas, o reformar la constitución. A pesar de ello, Jónsdóttir se ha mostrado satisfecha con los resultados y ha comparado a su partido con Robin Hood. “Igual que Robin Hood, porque Robin Hood fue un pirata, nosotros queremos quitar el poder a los poderosos y dárselo a la gente”, ha explicado en una rueda de prensa este domingo.

Las elecciones fueron convocadas tras la dimisión del primer ministro, Sigmund David Gunnlaugsson, una de las primeras víctimas de los Papeles de Panamá, al salir a la luz que, junto con su esposa, era titular de una sociedad en las Islas Vírgenes, donde había depositado cerca de cuatro millones de dólares en bonos de los tres bancos islandeses que se hundieron en la crisis de 2008.

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