François Fillon, en la manifestación en su favor en la plaza del Trocadero de París
François Fillon, en la manifestación en su favor en la plaza del Trocadero de París - EFE

El Comité Político de Los Republicanos estudia hoy la destitución de François Fillon

Los barones de centro-derecha deben decidir el futuro de un candidato que se desploma en las encuestas por las sospechas de corrupción pero se niega a renunciar.

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Comité Político del partido Los Republicanos (LR) debe reunirse excepcionalmente este lunes para «analizar» y «tomar una decisión», eventualmente, ante la crisis de fondo provocada por la inculpación judicial de François Fillon por presuntos delitos de extorsión de fondos al Estado. El Comité ha sido convocado excepcionalmente, con el fin de apoyar o precipitar la destitución de Fillon como candidato del partido, votado por 2,9 millones de simpatizantes en las elecciones primarias del finales de noviembre pasado.

Forman parte del Comité Político del partido todos los líderes históricos y los barones más influyentes: Nicolas Sarkozy, expresidente, Alain Juppé, alcalde de Burdeos, Gérard Larcher, presidente del Senado y del Comité político, Bernard Accoyer, secretario general del partido, Nathalie Kosciusko-Morizet, exministra, Bruno Le Maire, exministro, Jean-François Copé, exministro, Christian Jacob, presidente del grupo parlamentario conservador, Bruno Retailleau, presidente del grupo conservador en el Senado, Luc Chatel, presidente del consejo nacional del partido, Jean-François Lamour, presidente de la comisión nacional de investiduras parlamentarias, y Daniel Fasquelle, tesorero.

En ese comité político son muy mayoritarios los partidarios de «exigir» la dimisión de Fillon. Pero los enfrentamientos personales son muy violentos entre los partidarios del descabalgamiento y los partidarios de continuar apoyando a Fillon, que el bando adverso percibe como un suicidio político colectivo. Los partidarios de Fillon, minoritarios, defenderán la continuidad del candidato conservador, apoyándose en el voto de 2,9 millones de simpatizantes, en la primaria de finales de noviembre, y en la gran participación en la manifestación de ayer.

Los adversarios de Fillon, mayoritarios, exigirán una dimisión o retirada voluntaria, estimando que la situación es «insostenible», cuando el procedimiento judicial contra el candidato conservador, justo o injusto, se transforma en una amenaza política devastadora para todas las familias del centro y la derecha francesa. Los partidarios de Fillon (Luc Chatel, en primera línea), afirman que solo el actual conservador es capaz de ganar contra Marine Le Pen, candidata de extrema derecha, en la segunda vuelta presidencial.

Los adversarios de Fillon (comenzando los amigos de Juppé) temen que la obstinación del candidato conservador tenga dos consecuencias temibles: una división fratricida de las derechas, preludio a una derrota humillante en las elecciones presidenciales y legislativas de abril, mayo y junio.

¿Será posible alcanzar una síntesis que evite desastres mayores? Parece poco o nada probable.

Ver los comentarios