Boris Johnson miente y dice que las corridas de toros reciben 143 millones de la Unión Europea

El carismático Boris Johnson, de 51 años, exalcalde de Londres y diputado por Uxbridge, se ha convertido en el gran animador de la campaña del referéndum, con sus frases llamativas en defensa del Brexit, a veces tan controvertidas como la que lo llevó a comparar a la Unión Europea con Hitler o a llamar «demente» a su jefe de filas y ahora adversario, Cameron. Johnson aseguró el pasado día 11 en los Desayunos de la BBC que España recibe al año 143 millones de fondos agrícolas europeos para las corridas de toros. La Comisión Europea ha contestado a la emisora británica que ese dato «es falso», porque no existen unas subvenciones específicas destinadas a la cría de toros de lidia.

Bruselas aclara también a Johnson que no tiene ninguna posición a favor de la fiesta de los toros.

Boris y el también conservador Michael Gove, ministro de Justicia y la otra cara estelar de la campaña Leave Europe, con frecuencia recurren al ejemplo de que el Reino Unido se ve obligado a enviar dinero a la política agraria común de Bruselas que luego se destina «al tabaco griego y las corridas de toros en España», en lugar de a financiar la ciencia británica o su servicio nacional de salud, el NHS. Pero Boris fue más concreto en el programa de la BBC: «Cada año 110 millones de libras [143 millones de euros] de la Política Agraria Común van las corridas de toros en España, ¡por el amor de Dios!».

El dato es falso, porque aunque en efecto los ganaderos de toros de lidia acceden a ayudas agrícolas europeas, no están cuantificadas esas cantidades. La Comisión Europea lo aclaró así a la BBC: «Decir que algunos agricultores españoles están recibiendo ayudas específicas para la cría de toros de lidia es falso, y también que la UE sea partidaria de [la fiesta] de los toros».

En octubre de 2015 se sacó adelante una enmienda simbólica en el Parlamento Europeo contra que las ayudas agrícolas vayan a la fiesta taurina, pero sin valor alguno, pues incluía una cláusula que reconocía que todo era un brindis al sol, pues no fue posible modificar las bases de la Política Agraria Común.

En 2013, los Verdes hicieron un estudio que calculaba que el toro de lidia español recibía 130 millones de euros en ayudas europeas. Pero el propio informe reconocía que la cifra no pasaba de una estimación sin rigor, «porque los datos sobre las corridas son difíciles de obtener» y «las líneas de la financiación son difíciles de seguir».

Boris Johnson protagoniza una campaña muy emocional de nacionalismo inglés, en la que llama a la votación del 23 de junio, «el Día de la Liberación del Reino Unido». Su tono es populista, más bien incendiario y con frecuencia impreciso, nada nuevo, pues cuando en su juventud trabajaba de periodista para «The Times» fue despedido por publicar citas falsas.

Boris se mueve en un bus engalanado con unas enormes letras, que ha costado 400.000 libras, con la siguiente leyenda: «Cada semana enviamos a la UE 350 millones de libras, en lugar de eso, gastémoslas en el NHS [servicio nacional de salud]. Vota Salir».

Las cifras del logo de su autobús también han sido consideradas una manipulación. El director de la oficina nacional de Estadísticas, sir Andrew Dilnot, acusó a Vote Leave de falta de claridad con la frase del bus, que calificó de «engañosa y decepcionante». El lema de Johnson omite el dinero que la UE reembolsa al Reino Unido, y además, tampoco se puede dar por descontado que esas cantidades pudiesen destinarse automáticamente al NHS.

Otra frase muy comentada de Boris fue su acusación de que la UE quiere reglar cuantas bananas pueden ir en un manojo de los que se venden en los supermercados, un ejemplo de la superficialidad a la que a veces está llegando el debate.

En los últimos días, su jefe y rival, Cameron parece estar ganándole la partida demoscópica con los argumentos del riesgo económico de salir de la UE. La ventaja de Remain en las encuestas se ha consolidado entorno a los diez puntos.