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Imagen de Assange durante la proyección de la videoconferencia en el Frontline Club en Londres REUTERS

Assange califica de «inapelable» el dictamen de la ONU y lamenta las críticas de Reino Unido

«Si bien entiendo los imperativos políticos que guían a los responsables suecos y británicos para aparentar que tenían razón en el pasado», ha afirmado el fundador de Wikileaks a través de skype

LONDRES Actualizado: Guardar
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La calma habitual frente a la embajada de Ecuador en Londres se ha roto esta mañana, tras hacerse público el informe de derechos humanos de la ONU que concluye que Julian Asssange, de 44 años y encerrado en un sótano desde hace tres y medio, fue detenido de manera «arbitraria». La comisión de la ONU pide su liberación inmediata, pero la Policia británica ya ha respondido que nada ha cambiado y será detenido de inmediato si sale.

En la calle se ha extendido el rumor de que podría salir, o al menos asomarse a la ventana a pie de calle de la embajada. Dos centenares de personas aguardan frente a la fachada de la legación diplomática, con muchísimas cámaras y emisiones en directo.

El despliegue policial, a cargo de agentes que no van armados, varios de ellos mujeres, es muy tranquilo.

Los incombustibles que desde hace tres años se manifiestan cada tarde en favor del fundador de Wikileaks, muchos de ellos latinoamericanos, corean viejas consignas en español con el clásico megáfono: «Julian, amigo, el pueblo está contigo». Pero Julian no asoma y empieza a llover. A 20 metros, los consumidores siguen con sus compras en Harrods, mirando a lo lejos con sorpresa la feria Wikileaks de una mañana gris y amena en Londres.

De momento Assange, ha aplaudido este viernes el dictamen, «inapelable» a su juicio, emitido por el Grupo de Expertos de Naciones Unidas que ha calificado de «arbitraria« su detención, al tiempo que ha lamentado las críticas a la decisión emitidas por el ministro de Exteriores británico, Philip Hammond.

«Si Reino Unido ignora el dictamen, que es legalmente vinculante, estaría violando la ley. Reino Unido y Suecia deben reconocer que han perdido», ha declarado el fundador de Wikileaks por videoconferencia en el marco de una rueda de prensa coprotagonizada por sus representantes legales, entre ellos el ex magistrado español Baltasar Garzón.

El exjuez ha recordado que «las decisiones del grupo de trabajo son imperativas y universales», y por lo tanto «se trata de un procedimiento al que están sometidos los miembros de la ONU».

Para Assange, «la de hoy ha sido una victoria muy importante». «Ha puesto una sonrisa en mi rostro», ha declarado Assange, quien en repetidas ocasiones a lo largo de su videoconferencia ha dicho echar de menos a su familia.

Cruce de críticas

Parte de la comparecencia de Assange ha estado centrada en las críticas formuladas por el ministro de Exteriores británico, que ha tachado de «ridículo» el dictamen de la ONU; declaraciones «insultantes» en opinión de Assange.

«Los comentarios de Hammond están por debajo de la estatura de un ministro de Exteriores. Si bien entiendo los imperativos políticos que guían a los responsables suecos y británicos para aparentar que tenían razón en el pasado, el hecho es que no. La decisión de Naciones Unidas es inapelable», ha sostenido.

Además de desmerecer el dictamen, Hammond expresó su rechazo frontal a las conclusiones del Grupo de Trabajo, que describió como «un grupo de novatos y no de abogados»; un comentario repudiado a su vez por el exjuez Garzón. «Parece poco serio», apuntó el magistrado, "que cuando la decisión es adversa digan que es irrelevante.

Derecho de compensación

El Grupo de Expertos de la ONU sobre Detención Arbitraria ha dictaminado este viernes que Assange, «fue arbitrariamente detenido por los gobiernos de Suecia y Reino Unido» y por tanto su detención debería terminar y se le debería conceder «el derecho de compensación».

En su decisión, hecha pública mediante un comunicado, solicitan a Suecia y Reino Unido que evalúen la situación de Assange «para garantizar su seguridad e integridad física, facilitar el ejercicio de su derecho a la libertad de movimientos y garantizar que goza plenamente de sus derechos garantizados por las normas internacionales sobre detención».

El texto repasa el caso del fundador de Wikileaks recordando que estuvo diez días en aislamiento en diciembre de 2010 en una prisión británica a petición del fiscal sueco, tras lo cual fue puesto bajo arresto domiciliario durante 550 días antes de solicitar asilo a Ecuador y refugiarse en su Embajada en Londres en junio de 2012.

En este tiempo, según los expertos, Assange «ha sido sometido a distintas formas de privación de libertad: la detención inicial en la prisión de Wandsworth seguida por el arresto domiciliario y su confinamiento en la Embajada ecuatoriana».

«Tras concluir que hubo una privación continuada de la libertad, el Grupo de Trabajo también ha considerado que la detención fue arbitraria porque estuvo bajo aislamiento durante la primera fase de la detención y por la falta de diligencia del fiscal sueco en sus investigaciones, que tuvieron como resultado la prolongada detención de Assange».

No obstante la decisión no ha sido unánime. Según ha precisado el Grupo de Trabajo en su comunicado, una de sus cinco miembros, de nacionalidad australiana como Assange, «se recusó de participar en las deliberaciones», mientras que otro miembro «estuvo en desacuerdo con la postura de la mayoría y consideró que la situación de Assange no es de detención y por tanto queda fuera de las competencias» de este ente.

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