José Sócrates vota sin escolta y en medio de un circo mediático

El ex primer ministro socialista de Portugal, José Sócrates, votó este domingo a las 13.30 (hora local) en un concesionario de automóviles del centro de Lisboa. No era un sufragio más porque se trata de la primera vez en la Historia que un antiguo jefe de Gobierno sale de prisión domiciliaria para depositar su papeleta.

«Este es el tiempo de votar, de que el país tome decisiones importantes», declaró muy consciente del revuelo montado a su alrededor, en la confluencia de las calles Camilo Castelo Branco y Alexandre Herculano, en el distrito de Santo António. Unas escuetas palabras que concluyeron con el siguiente aviso: «Ya hablaré después de las elecciones… porque yo también tendré mi tiempo para hablar».

Con un traje gris oscuro, corbata azul y sin escolta, Sócrates se dejó ver cual estrella del pop, con todo un ‘show’ mediático esperándole al descender de un coche negro.

Varios ciudadanos se acercaron para darle la mano y mostrarle su solidaridad, algo que él agradeció con una amplia sonrisa. Y todo justo cuando están a punto de finalizar las investigaciones de la ‘Operación Marqués’, que se puso en marcha el 21 de noviembre del año pasado, cuando fue detenido en el aeropuerto de Lisboa procedente de París por sospechas de corrupción, blanqueo de capitales, tráfico de capitales y fraude fiscal.

Sólo tres días después ingresó en la cárcel de Évora, de donde pudo salir hace exactamente un mes, cuando su régimen le fue conmutado por la prisión domiciliaria sin pulsera electrónica de control, pero bajo vigilancia policial.

El morbo rodea cada uno de sus movimientos. Y este domingo más de uno le criticaba que hubiese tenido la osadía de votar a la misma hora que el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva.

José Sócrates guardó cola como un ciudadano más para introducir la papelete en la urna en la sección sexta del citado colegio electoral, que le correspondía por estar ubicado muy cerca de su anterior domicilio en la Rua Braancamp.

Como aquel piso lo vendió el pasado mes de agosto (en una operación que autorizó desde la cárcel) por 675.000 euros, se dirigió de nuevo a la casa de su ex mujer, Sofia Fava, donde vive desde el 4 de septiembre.