El fotografía de archivo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu
El fotografía de archivo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu - reuters

Netanyahu asegura que responderá «con mano de hierro» al ataque a la sinagoga

El primer ministro israelí asegura que los asesinatos son consecuencia de la incitación al odio de Hamás y Abbas

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha denunciado este martes la «responsabilidad directa en la incitación a la violencia llevada a cabo por Hamás y el presidente palestino, Mahmoud Abbas, minutos después de conocerse el ataque contra una sinagoga en Jersualén en la que han muerto seis personas.

«El ataque es el resultado directo de la incitación al odio llevada a cabo por Hamás y Abbas», ha denunciado el primer ministro israelí a través de un comunicado en el que también ha asegurado que Israel responderá «con mano de hierro» a estos asesinatos.

Según la «Estrella de David Roja» dos hombres, al parecer palestinos de Jerusalén Este, armados con un cuchillo, un hacha y una pistola, han entrado en la sinagoga y han atacado en dos lugares distintos a quienes rezaban antes de morir tiroteados por agentes.

La Policía ha confirmado la muerte de cuatro israelíes y la de los dos atacantes, y ha asegurado que investiga lo que considera un ataque terrorista, el segundo más grave perpetrado en Jerusalén desde el fin de la Segunda Intifada.

Los movimientos islamistas radicales palestinos Hamás y Yihad Islámica han aplaudido el ataque y han subrayado que se trata «de la reacción natural a los crímenes que perpetran los ocupantes y los colonos».

En un mensaje colgado en su página de la red social Facebook, el portavoz de Hamás en Cisjordania, Husam Badram, ha vinculado la agresión con la muerte el lunes de un conductor palestino de autobús, que apareció ahorcado.

Mientras que la policía israelí asegura que se ha tratado de un suicidio, tanto la familia como los amigos han denunciado que ha sido víctima de un ataque de judíos extremistas.

«Bendecimos la operación en Jerusalén y apreciamos el heroísmo de quienes la llevaron a cabo. Es un acto selectivo de resistencia a la ocupación y la respuesta práctica a los continuos crímenes de los ocupantes, el último de los cuales ha sido ahorcar a sangre fría a un conductor de autobús ayer en Jerusalén», ha afirmado Badrán.

También a través de un comunicado, los Comités de Resistencia Popular en Gaza y la Yihad Islámica han bendecido «la operación de comando en la Jerusalén ocupada. La operación en Jerusalén es la reacción natural a los crímenes de los ocupantes y los colonos».

Tensión en la zona

En marzo de 2008, un pistolero palestino entró en el seminario rabínico de Mercaz Harav, en el casco antiguo de Jerusalén, y abrió fuego contra un grupo de judíos que estudiaban en una de las salas, ocho de los cuales murieron y seis resultaron heridos.

La ciudad santa es testigo de una creciente tensión desde que a principios de julio tres extremistas judíos mataran a un menor palestino en Jerusalén Este en venganza por el asesinato tres semanas antes a manos de exconvictos islamistas de tres estudiantes que hacían autostop cerca del bloque de colonias de Gush Etzion.

Desde entonces, se han sucedido las protestas, los enfrentamientos entre la policía y jóvenes palestinos y los ataques de palestinos y colonos israelíes en los barrios árabes y el casco viejo de la ciudad.

Además, cuatro personas -tres israelíes y una ciudadana de Ecuador- han perdido la vida en el último mes en ataques de conductores kamikazes palestinos en la línea que divide Jerusalén Este de Jerusalén Oeste.

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