Jornada especial en la que los niños con cáncer pudieron ver una película y saludar a sus personajes
Jornada especial en la que los niños con cáncer pudieron ver una película y saludar a sus personajes
Familia

El cine, «prohibido» para los niños con cáncer

Las grandes aglomeraciones y los espacios cerrados no son compatibles con su estado de salud

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Cuando el cáncer atrapa a niños pequeños, uno de los problemas de su tratamiento es que afecta directamente a su sistema inmunológico haciéndolo más vulverable, debilitándolo. «Por este motivo, —señala Teresa López Fando, psicooncóloga y coordinadora de programas y servicios de la Sociedad Española contra el Cáncer de Barcelona— recomendamos a los padres que no lleven a sus hijos a espacios cerrados y en los que haya mucha gente. El problema es que la mayoría de los sitios de ocio infantiles son así, por lo que no pueden asistir estos pequeños limitando mucho sus posibilidades de ocio».

Esta doctora explica que el ocio ocupa una parte muy importante en el proceso de su enfermedad. «El diagnóstico del cáncer implica muchos cambios en la vida de un niño: en su faceta escolar, cambios en sus relaciones familiares al ser ingresado, en su entorno social...

Se meten en hospitales que, aunque muchas instalaciones están muy adaptadas a ellos, no dejan de ser hospitales y les ofrecen poca estimulación».

Insiste en que ofrecerle ocio es muy importante para que el pequeño no tenga la sensación de que ahora en su vida todo es malo. La diversión refuerza la autoestima, les ayuda a evadirse, a olvidarse de su enfermedad y a mantenerse optimistas para mejorar su proceso de curación.

Este es uno de los motivos por los que recientemente la Asociación Española contra el Cáncer en Barcelona, decidió organizar una sesión para ver una película en un cine, una de las actividades «prohibidas» cuando los niños acaban de recibir o están en las semanas posteriores a los tratamientos. Fue una sesión matinal y acudieron con sus familias en una jornada en la que estaban emocionados. También tuvieron la oportunidad de saludar emocionados a los personajes del film.

Otra de las actividades a las que también les encanta es acudir es al Circuito de Barcelona, donde pueden montarse en coches y correr junto a varios amigos. «El día después de estas actividades —explica Teresa López Fando— es increíble cómo cambia el panorama en el hospital. Los niños siguen exaltados y emocinados por lo que han visto y vivido. Tiene un gran impacto positivo en ellos».

Por este motivo, la doctora apunta que hay falta de concienciación social sobre este asunto y que «las empresas deberían implicarse más para favorecer que estos pequeños puedan acceder a sus instalaciones en momentos específicos para favorecer su situación y también la de sus padres que ven con angustia cómo tienen encerrados a sus hijos enfermos sin posibilidades de divertirse y desconectar de su dura realidad».

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