ISABEL PERMUY

Beatriz Esteban: «Las chicas que padecemos anorexia no elegimos enfermar»

La joven acaba de presentar «Seré frágil», un libro donde relata su calvario

MADRID Actualizado: Guardar
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Beatriz es una escritora novel con mucho ritmo y, sobre todo, una joven muy inteligente y perfeccionista que, a sus diecinueve años, ha pasado ya por cinco de calvario enferma de anorexia, en los que no han existido otra cosa que gramos, calorías, y kilos. Ahora, a dos meses de recibir el alta del Hospital Universitario y Politécnico de La Fe (Valencia) donde se trata, presenta «Seré frágil», un libro donde cuenta su terrible y destructiva enfermedad y de cómo al final ella decidió vivir. «Me di cuenta de que compartir lo que sentía y relatar lo que había vivido era una manera de aligerar ese peso», explica. Además, prosigue, «lo escribí para que no se me olvidara el sufrimiento.

A veces la nostalgia te hace ver solo lo bueno. Yo tenía que recordar cómo era de cruel la enfermedad para no volver a pasar por ella. Para saber de nuevo que no merece la pena», insiste.

Esta joven valenciana desconoce en qué momento exacto empezó todo. No hubo un comentario que lo desencadenase, ni una mala situación familiar. Es más, había buena educación «alimentaria» en su casa y ella era una niña «con muy buenas notas», añade con ojos por un momento acuosos su progenitora, presente en la entrevista. «Esto tiene que quedar claro: los que padecemos de anorexia no elegimos enfermar. Es una enfermedad mental, como una depresión», afirma la joven. «Al principio piensas que tienes el control, pero no es así. Al final la anorexia te controla a ti. En mi caso, tal y como explico, no hubo un detonante, una causa única... sino un cúmulo de factores que me hicieron más vulnerable».

A su juicio, hay que detenerse más en la parte mental del asunto. «Lo normal es que cuando se habla de la enfermedad, la gente se quede en el diagnóstico. En la delgadez extrema, en los días sin comer, en el vómito, o en la típica imagen de una persona que está en los huesos, cuando lo que hay que hacer es profundizar en el aspecto psicológico. En que tu cerebro está en-fer-mo», deletrea Beatriz.

La importancia de la familia

Por eso «Seré frágil» no es solo una lectura imprescindible para adolescentes, sino para muchos padres afectados porque Beatriz (que actualmente está estudiando Psicología) describe con realismo un mundo al que habitualmente ellos tienen difícil acceso. «A nosotros nos ha ayudado a la comprensión de conductas o estados de ánimo que rara vez se ponen en palabras entre padres e hijos. Porque cuenta cosas que a los padres nos pasan desapercibidas o que confundimos con la adolescencia», relata su madre.

«En la mente racional de unos padres no entra que tu hijo llore por un plato de sopa», relata esta mujer, pero la familia «es muy importante». «En casa no les puedes obligar a que coman, pero con mucho cariño, puedes hablarles, decirles "cariño, tienes que superar tus miedos"... y estar presente. La única manera combatir la enfermedad es enfrentarte». «Es un camino muy duro pero con buenos profesionales, psicólogos, psiquiatras... se puede salir», añade.

«El mensaje final es que la recuperación de esta enfermedad destructiva es posible», concluye Beatriz. Y un sueño: «dar charlas en colegios donde poder ayudar a otros, y decirles todo lo que nunca me dijeron a mi y me gustaría haber escuchado». ¿Por ejemplo? «Una charla sobre amor propio, o sobre el valor de uno mismo. Empecemos por ahí».

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