Mika de waart

«No somos felices porque somos tontos y sólo vemos lo que está mal»

El coach internacional Mikah de Waart le ofrece las claves para sentirse y ser feliz

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Lo dice con un toque de humor, medio en broma, pero quizá no le falte razón: «Las personas no somos felices porque somos tontas y nos hemos entrenado en enfocar lo que va mal...». Sin embargo, olvidamos agradecer todo lo que va bien en nuestra vida. Ser feliz es tan sencillo como valorar las cosas buenas que tenemos a nuestro alrededor. Así lo transmite por todos los rincones Mikah de Waart, un holandés convertido ahora en un coach internacional de éxito tras un duro traspiés en la vida. Un buen día se vio sin su gran puesto de trabajo como director general de una empresa, sin casa, sin su maravillosa relación... Al año estaba viviendo en la costa española, tenía un trabajo que le gustaba más y en el que ganaba más dinero que el anterior, y además era feliz en su pareja.

¿El truco?

Él expone en esta entrevista algunos de los secretos que le ayudan día a día a ser optimista y a tener ilusión y fuerza interior. Ha formado a 25.000 personas de nueve países diferentes en técnicas y estrategias de motivación, entusiasmo, liderazgo, que han logrado sus retos personales y profesionales... Su discurso invita a hacer un esfuerzo por ser feliz. Pero «no es nada fácil», dice. A la vera de Mikah de Waart uno cree que puede cambiar su propia realidad, el interior de uno mismo, sus emociones, perseguir sus sueños y, lo más importante, llegar a ser feliz.

—Por qué hablar de felicidad tiene tanta importancia para las personas. ¿Es que perseguimos ser felices porque no lo somos?

—La gente no es menos feliz ahora que hace cinco o diez años. Pero sí hay más conciencia de que puedes influir o hacer algo para ser feliz. Desde hace tiempo hay un gran interés por cursos, libros, psicólogos, coach... que ayudan a sentirte mejor.

En busca de nuestros retos

—Muchas personas se levantan por la mañana con buen pie, ánimos y ganas, con espíritu optimista, pero los atascos de tráfico, las prisas, llegar a la oficina y que tu jefe te eche la bronca, las responsabilidades familiares por la tarde... Demasiados obstáculos para mantener el optimismo durante el día.

«Nuestra cultura educa en que algo del exterior tiene que cambiar para sentirnos mejor»

—Realmente, no hay tanta gente que quiera hacer un esfuerzo consciente para sentirse bien por la mañana. La mayoría pensamos en todo lo que hay que hacer: levantar a los niños, llevarles al colegio, hacer la compra, trabajar... El truco para vencer esto es pensar y creer firmemente que nada ni nadie puede determinar mi estado interior. Claro que esto no se puede hacer mañana mismo, pero sí es un buen mantra para empezar a practicar: cada uno es dueño de su estado interior y de sus emociones. Sin embargo, nuestra cultura va en contra de estos principios, educa en que es algo del exterior lo que tiene que cambiar para que uno me sienta mejor. Y hay una paradoja. Intentamos conseguir nuestros objetivos: para unos «x» sueldo, o cierto puesto de trabajo, o ir de vacaciones... Pensamos que una vez que tengamos esos objetivos nos sentiremos mejor. Pero cuando los tenemos lo disfrutamos una temporada y nos ponemos otros...

—Pero no está mal marcarse retos.

—Marcarse retos te ayuda a crecer como persona, a adquirir nuevas habilidades. Otra cosa es que esos retos, tu vida... dependa de algo exterior a ti. Puedes disfrutar de los éxitos que consigues y luchar por ellos. Sin embargo, la felicidad es un estado interior. Lo explico con un ejemplo: yo puedo disfrutar de la casa que tengo, pero si mañana no la tengo seguiré siendo feliz. De ahí que se busquen estrategias para sentirse mejor.

—Como usted hizo collages cuando perdió un buen trabajo, su casa, su relación...

—El collage no tiene que ver tanto con la felicidad sino con conseguir objetivos. En un collage vas juntando imágenes, frases e ideas sobre cómo te gustaría que fuera tu futuro ideal: una casa, una pareja, cómo te gustaría sentirte... Se trata de hacer una fotografía de cómo te gustaría que fuera tu vida, hacia dónde quieres ir. Eso ya marca una diferencia, porque muchos estamos atrapados en el día a día y dejamos de soñar. Solo el hecho de realizar este collage, de tener este norte, ayuda a que tengas algo de visión y empezar a percibir la realidad de otra forma. Solo el 5% de la gente tiene claro lo que quiere conseguir.

Lo que necesitamos para ser feliz

—¿Cree que los españoles somos felices?

—Todas las personas, de cualquier lugar, tenemos los mismos miedos y alegrías en nuestro interior y buscamos lo mismo en la vida. Toda la gente quiere ser feliz.

—¿Y qué se necesita para ello?

«Las personas que viven cien años lo que tienen en común no es una buena salud sino sentirse útiles»

—Después de haber formado a 25.000 personas de nueve países diferentes, hay respuestas de todo tipo: algunas graciosas, otras de sentido común, pero al final todos necesitan lo mismo para ser feliz. Primero, gozar de buena salud, pues muchos dicen «poco me importa el coche si no puedo respirar bien». Quieren también un estado mental: sentir cierta paz, equilibrio, armonía y entusiasmo por la vida.Amor en todas sus manifestaciones: en su estado interior, estar bien con la pareja, con la familia, con los amigos, con los compañeros de trabajo... Tener suficiente dinero para vivir bien. Les importa tener la sensación de que la vida tiene significado, que dejan una huella y aporta algo que va más allá de su propio ego. Fíjese que las personas que viven más de cien años lo que tienen en común no es la dieta ni su salud sino que se sienten útiles, que ayudan a nietos, vecinos... cuando dejan de sentirse útiles el sentido de seguir con vida también se les va. Por último, en la felicidad hay un componente de espiritualidad, de meditación, religión, que varía según la cultura.

—¿Pues si lo tenemos tan claro porque todavía hay mucha gente que no ha encontrado la felicidad?

—Porque somos tontos. Nos hemos entrenado tanto en enfocar lo que va mal, sólo vemos eso... Basta un ejemplo: un niño por cada cosa que hace bien escucha nueve que hace mal. Tú cada día haces bien tu trabajo y si un día llegas tarde eso es lo que llama la atención, y no todo el trabajo bien hecho el resto de los días. Cuando se comete un error nos machacan sin tener en cuenta que el resto está bien hecho. Nos pasa a nosotros mismos: una persona nos cae bien, y por un detalle o un gesto que no nos gusta ya la fastidiamos. Otro freno a la felicidad es que nos preocupamos por todo lo que va a pasar hoy y mañana. Y un requisito para ser feliz es estar hoy, en el momento presente.

Así son las personas felices

—Sí, pero mucha gente está ahogada por la crisis. ¿Cómo pueden ser felices?

—Es cierto. Pero aún así, uno mismo tiene el poder de decidir si eso le va a hundir o si prefiere ser positivo y salir adelante. Mi estado interior lo decido yo en cualquier momento y circunstancia. No digo que sea fácil, es más fácil estar frustrado, cansado, no prestar atención a los niños... En cada momento una persona tiene la opción de cambiar su estado interior y salir adelante. Es una elección: sentirte bien o mal. Si te van las cosas te puedes quejar, sentirte culpable o preocuparte por el futuro. Es una pérdida de energía, eso no te ayuda nada, en todo caso a captar la atención de tu familia y amigos una temporada. Pero nadie va a contratar a un frustrado y quemado.

—¿Me puede decir un ejercicio para empezar a ser feliz?

—Se puede empezar realizando un listado de 20 o 25 cosas con las que uno no se siente conforme. Al hacer esto, se sabe también lo que a uno le gustaría, que precisamente es todo lo contrario. Esto se va a convertir en objetivos hacia donde quieres ir, tener ilusión hacia el futuro. Pero el paso más importante es empezar a ser feliz ya y una de las mejores cosas es agradecer todo lo que ya va bien en tu vida, empezar a a escribir un lista de las cien cosas que puedes agradecer ya en tu vida, porque seguro que va mucho mejor de lo que piensas. La primera es dar gracias por estar hoy y ahora vivo, porque a lo mejor mañana ya no estamos.

—¿Cómo es una persona feliz?

—Alguien que se acepta a sí mismo, que acepta la vida como es, que lucha para mejorar, pero sobre todo que disfruta de su día a día, de su vida, sabe sonreír y reírse de sí mimos, ayuda y da cariño.

Ver los comentarios