El Gran Duque rodeado de sus hijos y nietos. A la derecha, la Reina Doña Sofía
El Gran Duque rodeado de sus hijos y nietos. A la derecha, la Reina Doña Sofía - EFE

La realeza celebra el 95 cumpleaños del Gran Duque Juan de Luxemburgo

Figura indispensable en la historia europea del siglo XX, disfrutó de un concierto y una gran tarta rodeado de su familia. A los festejos se sumó la Reina emérita Doña Sofía

Bruselas Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Considerado como un héroe nacional, el Gran Duque Juan de Luxemburgo celebró este fin de semana su 95 cumpleaños rodeado de su familia y de representantes de varias monarquías europeas. El único jefe de Estado aún vivo que participó en el desembarco de Normandía recogió el cariño del pequeño país al que sirvió durante 36 años de reinado. Un gran concierto de la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo fue el colofón de las festividades.

Toda la numerosa familia Gran Ducal estaba presente en el concierto: su hijo, el actual Gran Duque Enrique, y su esposa María Teresa; el Gran Duque Heredero Guillermo y su esposa, la aristócrata belga Estefanía de Lannoy. También asistieron los Reyes de los Belgas, Felipe y Matilde, que son sobrinos suyos; la Princesa Beatriz de Holanda, con la que también le unen lazos familiares; la Reina Sofía de España y su hermano, Constantino de Grecia, acompañado por su esposa Ana María.

Además, el Príncipe Hassan y la Princesa Sarvath de Jordania.

La Reina Doña Sofía. Detrás, la Princesa Irene de Gracia
La Reina Doña Sofía. Detrás, la Princesa Irene de Gracia - EFE

Todos los diarios de Luxemburgo han publicado con gran despliegue de informaciones a propósito de este aniversario y en las ediciones electrónicas se multiplicaban los comentarios de agradecimiento hacia un dirigente que dedicó su vida a la reconstrucción del país después de la devastación de la Guerra Mundial. Abdicó en el año 2000, una vez que Luxemburgo había logrado ser uno de los países más ricos de Europa.

El concierto de la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo fue dirigido por el español Gustavo Gimeno, que eligió para la ocasión obras de Beethoven, Johannes-Strauss y de Tchaïkovski. Al terminar, la orquesta interpretó un clásico «Cumpleaños feliz», mientras el Gran Duque cortaba un gigantesco pastel.

Desde su abdicación, vive retirado en el Castillo de Fischbach, pero asiste regularmente a las conmemoraciones importantes. En 2014 participó en el aniversario del desembarco de Normandía con todas sus condecoraciones militares y junto a numerosos veteranos que participaron en aquella batalla decisiva para la libertad de Europa. Desde la muerte de su esposa en 2005 se le ha visto algo más retraído, pero cuando llega la temporada de verano no se pierde nunca acontecimientos como la vuelta ciclista a Luxemburgo, ya que siempre fue un gran deportista, así como dirigente del movimiento olímpico internacional.

El Gran Duque vivió primero en el castillo de Betzdorf desde 1953, tras su boda con Josefina Carlota, hija de Leopoldo III de los Belgas y tía del actual monarca del país vecino, Felipe, pero se trasladó a la residencia oficial de los Grandes Duques en el castillo de Berg tras la abdicación de su madre, la Gran Duquesa Carlota, en 1964.

El Gran Duque Juan es uno de los grandes personajes de la vida europea que ha recibido el prestigioso premio Carlomagno por su papel y el de su país en la integración continental. Su madre se preocupó de darle una preparación específica para sus funciones y en tres décadas de reinado dejó la huella de una gestión impecable en lo público y en lo privado. Stéphane Bern, un conocido presentador de televisión franco-luxemburgués, le ha dedicado un artículo en el que afirma que el Gran Duue es un «héroe nacional sin jamás haber buscado serlo, alguien que siempre consideró no haber hecho nada más que servir a su país. Siempre ha sido tal como lo amamos, un hombre simple y afable, dotado de esta humildad que caracteriza a los grandes hombres, como un gesto de cortesía a los demás y a la Historia».

Ver los comentarios