Isabel II degusta una copa de vino Barossa
Isabel II degusta una copa de vino Barossa - RUSSEL MILLARD

Isabel II agota la primera añada de su vino espumoso

La próxima cosecha de los viñedos de Windsor se comercializará a 41 euros la botella

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Siempre se ha sostenido que Inglaterra, fresca y con poca luz, no es país para grandes vinos. Pero con su inefable entusiasmo por todo lo suyo, los ingleses se han lanzado en los últimos tiempos a alardear de sus espumosos, a los que consideran capaces de rivalizar con el champán francés, el cava español y el prosecco italiano. La verdad es que se dejan beber. Además, ahora cuentan con la mejor embajadora, Isabel II, que se ha lanzado al negocio del vino y ha agotado en tres meses la primera cosecha de su espumoso, 3.000 botellas de la marca «Windsor Great Park Vineyard».

En el siglo XII, el Rey Enrique II ya plantó vides en los terrenos de Windsor.

Pero ahora se vuelve a producir vino en la Finca Real con la última tecnología. En 2011 se sembraron 16.700 cepas de uvas pinot noir, chardonnay y pinot meunier en una parcela de 2,8 hectáreas. El espumoso de Isabel II reposó dos años en bodega y por fin hace tres meses se sacó a la venta, a un precio de 88 euros por estuche de tres botellas. Se ha agotado, sobre todo porque se considera un objeto de colección, aunque la marca aconseja consumirlo antes de 2025 para que no pierda sus propiedades.

Industria vitivinícola

En realidad la Reina ha delegado la iniciativa en la conocida firma británica de venta de vinos Laithwaite’s, arrendataria de la finca de Windsor y comercializadora de sus cosechas. El próximo otoño venderá cada botella de la segunda cosecha a 41 euros (precio elevadísimo para un espumoso inglés, pues iguala y hasta supera el de los acreditados champañas franceses). Dentro de seis años aspiran a producir 20.000 botellas al año. En la actualidad el negocio del espumoso inglés mueve unos 116 millones de euros anuales y se exporta a 27 países.

A diferencia de su progenitora, la simpática Reina Madre, que con una avanzadísima edad no perdonaba su tonificante gintonic, Isabel II, de 90 años, es una bebedora moderada. Si toma una bebida alcohólica, nunca repite consumición ese día. Más tenacidad se le atribuye a su marido, el Príncipe Felipe, de 95 años, encargado de tutelar el viñedo del parque de Windsor.

Con esa literatura un poco delirante que a veces se emplea para describir los vinos, Laithwaite’s destaca que el espumoso de la Reina es «rico y fino» y presenta «un aroma de delicada tostada de brioche, con notas de albaricoque y cítricos».

La Reina sigue así la senda de su hijo Carlos, que en 1990 creó Duchy Originals para dar salida a la producción ecológica de su finca de Cornualles. Hoy, asociado con los supermercados Waitrose que distribuyen su marca, la idea se ha convertido en un excelente negocio, con 300 productos en el mercado. En 2015 pagó 4,5 millones de euros al fisco. El Príncipe destina lo que gana con Duchy a obras benéficas.

Ver los comentarios