El Duque de Cambridge y Barack Obama en la Casa Blanca
El Duque de Cambridge y Barack Obama en la Casa Blanca - reuters

Los Duques de Cambridge asaltan Nueva York

Desde Barack Obama a Beyoncé, la sociedad estadounidense se rinde a los Príncipes Guillermo y Catalina en su primera visita oficial a la ciudad

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Seguidores enfervorizados en cada una de sus apariciones, tuiteros que siguen al minuto las decisiones estilísticas de Catalina, encuentros políticos al más alto nivel, fotos con la elite de la cultura «pop» estadounidense y una agenda apretada para cumplir con muchas de las principales instituciones neoyorquinas. Así encaran los Duques de Cambridge su primera visita oficial a Nueva York, que se ha rendido a la pareja real más adorada en EE.UU.: hasta el Empire State lució los colores de la bandera británica en su honor, cuando aterrizaron el lunes por la noche en el aeropuerto JFK.

Guillermo y Catalina han establecido su campamento en el hotel Carlyle, donde ayer por la noche –como cada lunes hasta el 22 de diciembre- Woody Allen tocó el clarinete con su banda de jazz.

El domingo solo tuvieron tiempo para una cena íntima con el empresario Martin Sorrell y quince parejas que contribuyen a la Royal Foundation, que Guillermo y Catalina comparten con el Príncipe Enrique. Ayer, los compromisos se multiplicaron. La pareja se rompió durante unas horas, con Guillermo volando a Washington para un encuentro breve con el presidente de EE.UU., Barack Obama, y otro más extendido con el vicepresidente Joe Biden. Después, el Duque de Cambridge intervino en una conferencia sobre caza furtiva y tráfico ilegal de animales.

Mientras tanto, Catalina se embarcó en una visita a un centro de desarrollo infantil en el Norte de Manhattan, acompañada por la «primera dama» de Nueva York, Chirlane McCray, la mujer del alcalde, Bill de Blasio. «Están participando en diferentes actos para apoyar causas que les preocupan: gente joven con problemas, salud mental, tráfico ilegal de animales, asuntos en los que han trabajado en el pasado», explicó a la televisión ABC News el embajador británico, Sir Peter Westmacott.

Después de ver al presidente, Guillermo regresó a Nueva York para ver a una de las candidatas con más probabilidades de relevar a Obama: Hillary Clinton. Ella y su hija, Chelsea, acompañaron al Duque en una recepción sobre protección medioambiental organizada por la Royal Foundation y la Clinton Foundation.

Pero el verdadero encuentro monárquico no se produciría hasta ayer por la noche, en Brooklyn. Los Duques de Cambridge cruzaron el East River para acudir a un partido de la NBA que –aunque no se ha confirmado al cierre de esta edición- podría convertirse en una cumbre de realeza: en la pista, el rey del baloncesto, Lebron «King» James, el mejor jugador de la liga, que se enfrentó con sus Cleveland Cavaliers contra los Brooklyn Nets. En la grada, la pareja que en el futuro serán Reyes de Reino Unido. Y, cerca de ellos, la «monarquía pop» de EE.UU.: Beyoncé y Jay-Z, dos habituales del parqué del Barclays Center, el estadio de los Nets.

Hoy la visita proseguirá con tono turístico: Catalina y Guillermo se pasarán por el museo y memorial de los atentados del 11-S y subirán al Empire State, dos lugares donde estarán acompañados, entre otros, por el alcalde De Blasio y los cientos de españoles que aprovechan el puente de la Constitución para visitar la Nueva York prenavideña. También habrá actos institucionales, rematados por una gala en el Metropolitan Museum en honor de los 600 años de la Universidad de St. Andrews, donde ambos estudiaron

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