Los Reyes Magos de Madrid repetirán carrozas, pese a que el presupuesto es mayor

En un polígono industrial de Arganda del Rey, el Ayuntamiento de Madrid presentó ayer las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar, que serán las mismas que las de la Cabalgata del año pasado, pese a que esta vez el presupuesto rondará los 912.000 euros, 124.000 más que en la edición anterior. Sin embargo, el director artístico de la programación de la Navidad y del cortejo de los Reyes Magos, Ignacio Santos, justificó esta decisión como «una apuesta por la sostenibilidad y la racionalización de recursos».

El diseño de las carrozas reales, al igual que la del 2016, lo forman 76 pirámides de aluminio iluminadas con 450 bombillas de bajo consumo y leds, que con el reflejo multiplican la luz como si hubiera 3.600 focos.

Los tres carruajes tienen el mismo diseño. Miden 12 metros de largo y 4,5 de alto. La diferencia entre ellas será el color de las luces, que recuerdan el regalo que los magos entregaron a Jesús recién nacido: en azul, será la de Baltasar, por la mirra; en magenta, la de Gaspar, por el incienso; y en dorado, la de Melchor, por el oro. Eso sí, los polémicos trajes de los Reyes no serán los mismos.

La principal novedad de esta Cabalgata, que parte de Nuevos Ministerios a las 18.30 horas y que concluirá frente a la sede del Ayuntamiento (plaza de Cibeles, 1), serán los narradores en lengua de signos que viajarán en la carroza «Laboratorio Botánico» y en diferentes escenas del desfile, según subrayó Santos. Está dedicada a la curiosidad por la naturaleza y forma parte de la iniciativa que quiere hacer la Cabalgata accesible a las personas sordas.

Esta carroza representa un antiguo laboratorio botánico lleno de probetas, alambiques, plantas exóticas y recipientes humeantes. Con diferentes alturas, en el interior del laboratorio «vive» una planta exótica muy extraña, con ramas que sobresalen de los laterales, enredándose en las barandillas y en las estanterías. Bajo una trampilla, una luz simulará una especie de latido. Seis científicos deambulan por el espacio, manipulando las máquinas y alambiques. Cada vez que abran la trampilla para alimentar a la planta, saldrá un fogonazo de luz. La carroza irá acompañada de una comitiva de 30 personas, caracterizadas como científicos de época. Éstos serán parte de los 500 voluntarios y 45 actores profesionales, que harán de pajes y bailarines.

También cabe destacar la presencia de la EMT en esta Cabalgata, que exhibirá sus últimas adquisiciones: BiciMad, que se municipalizó en septiembre, y uno de los 200 nuevos autobuses ecológicos que entrarán en circulación en 2017.

Para contemplar todo este despliegue, habrá 11.200 localidades en las gradas, 500 de ellas para personas con movilidad reducida. Un millar de agentes, entre policías nacionales y municipales, vigilarán que todo se desarrolle con normalidad.