La población de cabra montesa triplica a la máxima sostenible en Madrid

Un estudio elaborado por la Universidad Politécnica de Madrid para la fundación Artemisan, vinculada al sector de la caza, asegura que la población de cabra montés en el Parque Nacional de Guadarrama «casi triplica a la que los expertos consideran máxima para la especie». Este informe elaborado por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid supera en muchas zonas los 45 individuos por kilómetro cuadrado «en un Parque Nacional, donde se debe prestar especial atención a la conservación del equilibrio en todos los ecosistemas y entre especies».

Este informe ha sido presentado por la Fundación Artemisan, a través de la Oficina Nacional de la Caza (ONC), como respuesta al recurso interpuesto por el PACMA contra el Plan Específico de Gestión de las Poblaciones de Cabra Montés (Capra pyrenaica victoriae) en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama que ha suspendido el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

Dicho tribunal desestimó en marzo del año pasado un recurso del Gobierno regional contra la suspensión de su plan de control de población de la cabra montesa en la Sierra de Guadarrama, con el que se pretendía matar a más de 2.500 animales hasta 2020 para reducir el exceso de ejemplares.

Según la sentencia del TSJM, «la ejecución del plan debe seguir suspendida» hasta que se decida sobre el fondo de las pretensiones alegadas por el Partido Animalista (Pacma) y «antes de tomar cualquier decisión encaminada a llevar a cabo acciones irreversibles contra la vida de las cabras». Este partido pedía que se estudiasen métodos alternativos y no sean masacradas las cabras y denunciaba que el plan regional madrileño sólo «favorece los intereses de los cazadores y de los ganaderos».

Según el plan de gestión de la especie, presentado por la Consejería de Medio Ambiente en febrero de 2016, la captura afectaría al 70 por ciento de la población en cinco años, lo que supondría reducir los 4.000 ejemplares actuales a 1.300, es decir, abatir entre 500 y 700 cabras al año hasta 2020.

El informe pericial elaborado por los técnicos de la Universidad Politécnica de Madrid defiende la necesidad de controlar la superpoblación de esta especie, que ha pasado de los 2.437 ejemplares de 2010 a los 5.000 de 2017. El documento asegura que las medidas propuestas por el PACMA para controlar las poblaciones de esta especie -como por ejemplo la esterilización de ejemplares o la instalación de vallados o cercados- «carecen de toda justificación técnica y jurídica». La Fundación Artemisan, integrada por un amplio número de organizaciones del ámbito cinegético, tiene el propósito de promover la investigación y la comunicación de la caza y de dar solución a los retos a los que se enfrente el sector en España.