Un pacto de Champions: «La Asamblea ha pasado de la bronca política constante al juego limpio»

ABC reúne en el primer año del acuerdo de investidura a los portavoces de PP y Ciudadanos, rivales en política y fútbol. «Nos disputamos la centralidad», dicen

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El tópico dice que el fútbol se mete en todos los hogares, especialmente en las grandes ocasiones. Y la expectación por la final de la Champions ha invadido la casa de todos los madrileños, la Asamblea, en Vallecas. Durante toda la semana han desfilado por los pasillos de la Cámara diputados de uno y otro signo exhibiendo sus colores, a petición de la prensa. Por momentos han dejado atrás sus filias políticas, centrados todos en un mismo partido: Real Madrid-Atlético.

ABC aprovechó la gran cita deportiva de mañana en Milán para reunir a los portavoces del PP y Ciudadanos, cuando se cumple además el primer año de las elecciones autonómicas. Rivales en política y fútbol, estarán en Milán, cada uno con los suyos.

aseguran. Pese a pedirlo la fotógrafa, forcejean poco por el balón de la final, colocado sobre la tribuna de oradores. «Estamos peleando por el centro político».

La legislatura, como la Liga, está muy apretada en lo numérico. Atrás quedaron las mayorías absolutas del PP, que ya no gana por goleada, sino que sufre en cada Pleno su minoría parlamentaria. «A nuestros diputados les molestaba al principio perder las votaciones de los jueves. Pero se han acostumbrado a las reglas del juego. Hay que sacar de la necesidad, virtud. Se construye más desde el diálogo», opina el portavoz popular, Enrique Ossorio, enfundado en su camiseta del Real Madrid.

A su lado está el líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, que se quita el traje de chaqueta para vestir su elástica fetiche del Atlético, la de la temporada 1994-1995. «La llevé cuando conquistamos el doblete, el año siguiente, y desde entonces la llevo siempre. Fui a Hamburgo (2010) y ganamos la primera Uefa», rememora Aguado. Debutante, niega haber sentido miedo escénico al entrar en la Asamblea. Y se precia de la buena temporada tanto de su equipo como de Ciudadanos en su estreno político en Madrid. « Este es un momento histórico. Nuestro papel en la oposición no lo ha jugado nunca antes nadie. Había una oposición clásica sin capacidad de condicionar al Gobierno y la Asamblea era un mero teatro donde criticar y lanzar brindis al sol... Nosotros ahora condicionamos las prioridades del Gobierno, exigimos cambios concretos con responsabilidad», señala Aguado, que apunta «ciertas similitudes» entre sus equipos de fútbol y de política.

«Nosotros competimos contra los dos clásicos, PP y PSOE, que son los que tradicionalmente han ganado las Ligas, alternándose el Gobierno. No podemos competir en fichajes, que en términos políticos se traduce en maquinaria de campaña, gente contratada, presupuestos... Pero competimos en trabajar una buena base, en permitir que aflore el talento, en ilusión. Individualmente pueden tener a Cristianos, Bales y demás... Ciudadanos tiene un equipo unido, compacto, que sabe lo que quiere», dice.

Es aquí cuando Ossorio, más aficionado «a Mozart» que al deporte rey, sale al corte y defiende el nuevo plantel del PP. «En el Gobierno tenemos a una candidata al Balón de Oro, Cristina Cifuentes. Aunque la aritmética sea complicada, se trabaja mucho y ha mejorado la situación económica, con 100.000 empleos más que hace un año, seguimos con los impuestos más bajos de España», destaca el portavoz popular. El líder de Ciudadanos contraataca y tira, entre líneas, un dardo al lado débil del PP: «El Gobierno de Cifuentes tiene una plantilla corta y es peligroso no tener recambios...»

¿Va a propiciar Ciudadanos cambios en la Comunidad por la presión que ejercen las investigaciones judiciales sobre el PP de Madrid? «No. Por ahora las cosas van bien. El Gobierno no tiene imputados por delitos de corrupción. Pero si empiezan a lesionarse y a tener bajas será un problema», añade Aguado, que presume de ejercer de pivote, pactando también con la izquierda. Pero PSOE y Podemos se quejan de que no «tocan bola» cuando llegan los temas nucleares, como la Ley de Telemadrid, los Presupuestos o la Ley del Suelo, ya que están pactados de antemano por PPy C’s.

«Es razonable. Al fin y al cabo firmamos un pacto de investidura y coincidimos en muchísimas cosas, aunque no siempre conseguimos su voto. Me gustaría que C’s nos apoyara más», afirma Ossorio. En cambio, Aguado, rechaza connivencias: «Al PP le moesta que le tumbemos leyes con el resto de la oposición. Estamos jugando un papel de centralidad, pactando con unos y con otros. Hemos logrado que por primera vez en veinte años haya separación entre el legislativo y el ejecutivo».

En lo que sí hay unanimidad es en que el clima político de la nueva legislatura es más saludable. El «fair play» reina pese a los enganchones dialécticos que han protagonizado las bancadas del PP y de Podemos. «La Asamblea tiene otra vida. Como ciudadano de a pie, veía las broncas por televisión y era muy desagradable», manifiesta Aguado. «Se respira otro ambiente. Hay que reconocer que en la legislatura pasada era mucho peor», dice Ossorio. Ambos destacan que, pese a las diferencias políticas, todos los partidos exploran acuerdos a cuatro bandas cada jueves, antes de entrar a votar al hemiciclo. Aunque no siempre ganan, todos suman al juego político madrileño.

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