Una alumna de 11 años con todo el cuerpo lleno de picaduras
Una alumna de 11 años con todo el cuerpo lleno de picaduras - ABC

Niños discapacitados, entre picaduras de pulgas y excrementos de gatos en un colegio de Aranjuez

Padres del Colegio de Educación Especial Príncipe de Asturias denuncian «el foco de infecciones» que provoca una colonia de felinos instalada en el recinto

Madrid Actualizado: Guardar
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Están desesperados y hartos de promesas incumplidas. Varios padres de alumnos del Colegio de Educación Especial Príncipe de Asturias (Aranjuez) viven una situación límite ante «el foco de infecciones y excrementos» que genera una colonia de gatos callejeros asentada en el recinto. Llevan años denunciando la situación, pero no fue hasta este verano cuando los problemas se agravaron. En un rastrillo para recaudar fondos «apareció un niño con las piernas destrozadas». Días después, durante un campamento escolar, «otra niña sufrió numerosas picaduras de pulgas y garrapata», relata una de las madres.

Los padres afectados aseguran que la suciedad del asentamiento trajo consigo la aparición de estos insectos, motivo por el cuál el Ayuntamiento ya ha desinfectado el patio hasta en tres ocasiones.

La aparición de heces es otro de los quebraderos de cabeza. «Son niños que no distinguen y aparecen con cacas en el pelo, las pisan, juegan con ellas o se las meten en la boca», explica otra madre. Ninguna quiere revelar su identidad.

Tras una serie de reuniones con la dirección del centro y la Asociacion de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), el Ayuntamiento de Aranjuez anunció el pasado martes la retirada de la colonia. «El Gobierno municipal procederá a la retirada una vez que el Seprona ha confirmado que los animales no pueden estar dentro del colegio», explicaba el comunicado. La medida no convence a los padres afectados, que aseguran que llevan «diciendo lo mismo desde hace meses». Cuestionada por el tiempo exacto de espera, la concejal de Salud, Lucía Megía, no es capaz de concretar una fecha de actuación. «Antes de actuar, debemos tener claro que no hay ningún gato dentro», advierte.

Otro niño. con restos de heces
Otro niño. con restos de heces

Muchas voces apuntan que los gatos accedían al colegio por una trampilla que la protectora de animales, SOS Felina, abría sin permiso. En la propia misiva del Ayuntamiento se remarca la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con la protectora, debido a que sus integrantes siguen empeñados «en anteponer la situación actual de los gatos a la propia salud de los alumnos».

Por su parte, la presidenta de SOS Felina desmiente que sean ellos los que han introducido los gatos y se muestra sorprendida ante el anuncio del Ayuntamiento. «El anterior domingo me llamó la concejal para decirme que retiraban la gatera y los comederos. Hace unos días ordenaron cerrar la gatera, pero tuvieron que abrirla por orden del Seprona ya que había cachorros dentro». Asegura que no todos los padres están a favor del desmantelamiento ya que lo que piensan hacer con los gatos «es una auténtica caza de brujas».

Incide, además, en que los gatos no suponen ningún problema para los alumnos puesto que «les quitan los ratones, las ratas, las cucarachas...» y afirma tener pruebas de que «algunos padres han colocado basura en los comederos» para denunciar la supuesta suciedad que generan los mininos. «Deberían preocuparse más por las instalaciones, por ejemplo, del acolchamiento del suelo del patio que no está hecho. Si tanto hablan de ser un colegio de educación especial, tendría que estar acondicionado», remarca la presidenta de SOS Felina.

En medio de la polémica, la concejal Megía presentó la semana pasada una denuncia por amenazas de muerte en las redes sociales dirigidas contra ella, funcionarios municipales y padres de algunos alumnos. «No voy a tolerar ni una sola amenaza por cumplir con mi obligación, que es la de garantizar la salud y la convivencia en un colegio, que además en este caso es un colegio de educación especial». De igual modo, una de las madres advierte que en la página de Facebook de la protectora se puede leer un comentario relacionado con una imagen donde aparece un gato de la colonia muerto:«Si algún humano sufre percance, no lo lamenten después. En este país, ojo por ojo...».

Diez años de controversia

La historia viene de lejos. «En esta zona, con mucho espacio libre de campo, los gatos vivían de forma natural. Pero hará unos diez años empezaron a desaparecer las rejillas de los conductos de ventilación», recuerda el director del centro, Ignacio Antón Ortega. Los felinos encontraron refugio y así dio comienzo el origen del problema. Desde el propio colegio se compraron 20 rejillas para reponer las sustraídas, pero no todos estaban de acuerdo. «Vinieron varias personas diciendo que si las colocábamos los gatos se iban a quedar encerrados y los íbamos a dejar morir». Al final, tomaron la decisión de dejar una trampilla abierta para que tuvieran una vía de escape.

Mientras las quejas de padres y profesores aumentaban, el director trató de encontrar una solución con el Ayuntamiento. «Hace un tiempo tuvimos varias reuniones con la Delegación de Educación, la presidenta de la asociación SOS Felina y la AMPA». En dicho encuentro se acordó poner un comedero dentro del perímetro, de forma provisional, para que el Ayuntamiento pudiera llevar un control y proceder a la castración de estos animales. De este modo la colonia iría desapareciendo de forma progresiva, pero aquella iniciativa nunca se logró llevar a cabo.

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