La mejoría económica atrae a los inmigrantes a la Comunidad de Madrid: llegaron 85.000 en 2016

Por primera vez desde el año 2008, la región acogió a más personas de las que emigraron

China y países de Centroamérica como Venezuela aportan el mayor número de migrantes extranjeros

Venezolanos en Madrid durante una marcha en la capital, contra el régimen de Maduro MAYA BALANYÀ
Enrique Delgado Sanz

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Por primera vez desde que la crisis golpeó a la economía nacional, la Comunidad de Madrid ha recibido más población de la que ha decidido marcharse. Esto se traduce en que el saldo migratorio de la región fue positivo. Concretamente en 17.292 personas, una cifra que resulta de restar al total de inmigrantes llegados a la región en el último año, el montante de emigrantes que decidieron marcharse. Expertos en la materia analizan para ABC las consecuencias de este cambio a medio y largo plazo.

En 2016, según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), llegaron a la Comunidad de Madrid 85.726 inmigrantes y salieron, por su parte, 68.434 personas. En 2015, la comparación de estas dos magnitudes resultaba en un saldo migratorio negativo: se fueron 284 personas más de las que llegaron. Y esa tónica ha sido la imperante en la región hasta este año: se fueron 31.081 personas más de las que llegaron en 2014, 74.191 (2013), 50.960 (2012), 21.745 (2011), 26.771 (2010) y 1.223 (2009). El último año en el que este saldo resultó positivo fue 2008, cuando ascendió hasta las 56.835 personas, sustentado en la llegada masiva de inmigrantes extranjeros. Por el momento, las cifras resultantes en estos primeros años de la recuperación económica son mucho más modestas y los expertos no consideran que se repita la situación anterior a la crisis.

«Yo creo que a las cifras de la época dorada no vamos a llegar. Teníamos años en los que llegaban solamente 600.000 o 700.000 inmigrantes a toda España y esas cifras no las vamos a tener por el momento», vaticina Rafael Puyol, director del Observatorio de Demografía y Diversidad Generacional del Instituto de Empresa (IE) y uno de los mayores expertos nacionales en la materia. Puyol encuadra el dato madrileño dentro del cómputo nacional, donde también ha vuelto a aparecer un saldo migratorio positivo.

Más extranjeros

Madrid recibió en 2016 85.726 inmigrantes, de los cuales la mayoría, 68.181 tenían nacionalidad extranjera por los 17.545 españoles que llegaron a la región. Y ahí está, en los inmigrantes extranjeros, la clave de que el saldo migratorio haya sido positivo por primera vez en los últimos nueve años.

Un total de 68.181 personas con nacionalidades extranjeras desembarcaron en la región frente a las 48.813 que se marcharon. Esto culminó en un saldo migratorio de extranjeros favorable en 19.368 personas que sustentó los datos globales.

«Se sigue tratando de una inmigración de bajo nivel de cualificación que viene a desarrollar trabajos tradicionales», identifica Puyol, quien subraya que se trata de «una inmigración muy parecida» a la que España recibió durante los años 90. «Seguimos necesitando, por ejemplo, extranjeros para labores como los servicios de cuidado personal debido al envejecimiento poblacional», apunta el experto.

Pablo Gómez Tavira, director general de Servicios Sociales e Integración Social de la Comunidad de Madrid , estima que la llegada de inmigrantes favorecerá el desarrollo de Madrid, puesto que, a su juicio, «es un síntoma positivo, ya que los países importantes que más han progresado son aquellos que han sabido acoger e integrar a la inmigración».

Baja cualificación

La otra cara de la moneda son los que se van. La explicación a este fenómeno la tiene Puyol: «Los que salen lo hacen buscando lo que aquí no tienen». El experto expone que el perfil del emigrante coincide mayoritariamente con «personas con un alto nivel de cualificación , entre ellos graduados que tienen un grado y un máster y que no encuentran todavía, a pesar de la recuperación económica, puestos de trabajo acordes con su preparación».

Como consecuencia de este éxodo de madrileños preparados, Puyol vaticina que la región, igual que todo el país, puede tener un problema en los próximos años: faltará gente para trabajar en ciertos sectores de alto nivel. «Creo que vamos a tener un problema en comienzo de los años 30 de abastecimiento de talento», adelanta Puyol, quien sostiene esta predicción en que «la proyección del INE para 2031 habla que la población activa, de entre 20 y 49 años, va a disminuir en casi cuatro millones de personas». No obstante, el especialista cita varias formas para paliar esta necesidad.

Una de ellas, apostando por los trabajadores del país:«Ese déficit, en la base de pirámide laboral va a provocar que empleo juvenil mejore y que una buena parte de los españoles que han salido retornen si hay una política adecuada que da facilidades». Otra solución pasa por conseguir que los inmigrantes se queden en la región: «En el caso de los extranjeros, habría que implementar políticas para atraer mano de obra más cualificada».

Una herramienta eficaz en esta línea podría pasar por convertir a la región en un foco de interés para los inmigrantes en el marco educativo. «Podríamos fomentar la llegada de más gente de fuera que estudiase aquí y que, posteriormente, cuando ya hubieran acabado, una parte de ellos se quedará a trabajar con nosotros para aprovechar su formación», recalca el director del observatorio de demografía y diversidad generacional del Instituto de Empresa.

Gómez Tavira, avanza, además, la procedencia de los inmigrantes extranjeros en la región, algunos de ellos relacionados con la delicada coyuntura política internacional en algunas zonas, como el caso de Venezuela . «Recibimos un importante volumen de población venezolana a consecuencia de la crisis del país», explica. «Se trata de un incremento porque muchos abandonan Venezuela por culpa del Gobierno de Maduro », analiza.

El director general de Servicios Sociales e Integración de la Comunidad de Madrid también especifica otras nacionalidades que han despuntado en el apartado de inmigrantes internacionales en los últimos años: «También se ha registrado una importante llegada de chinos, que no han dejado de venir en la época de crisis. Igualmente, también están llegando muchas personas desde Centroamérica, desde países tradicionales como Nicaragua u Honduras».

Antiguos vecinos

Gómez Tavira también destaca que, entre los inmigrantes que han llegado este año a Madrid, y que han permitido que el saldo migratorio volviera a ser positivo, hay un cierto porcentaje de antiguos vecinos. «No sólo están regresando españoles que se tuvieron que marchar cuando llegó la crisis, sino extranjeros que también tuvieron que emigrar pero que igualmente tenían la nacionalidad española », manifiesta Gómez Tavira, quien achaca estas buenas cifras a una mejora en el ciclo económico.

«La causa es la recuperación del empleo y también porque estas personas tienen vínculos aquí», comenta Gómez Tavira, satisfecho por los datos obtenidos. Puyol coincide con este diagnóstico y añade que este despertar de la inmigración después de varios años dormida, especialmente la internacional, puede ser sólo el comienzo de lo que está por venir:«Si se consolida la recuperación económica , vendrán más personas».

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