El macrobotellón en los alrededores de la Cubierta de Leganés
El macrobotellón en los alrededores de la Cubierta de Leganés - FOTOS: RAFA ALBARRÁN

Maratón de drogas y alcohol en las macrofiestas de Año Nuevo

Fabrik, Vistalegre y la Cubierta de Leganés acogieron ayer los mayores eventos de música electrónica y desfase, ante grandes despliegues policiales

Madrid Actualizado: Guardar
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Un paseo entre los coches aparcados en los alrededores de la Cubierta de Leganés, donde cientos de jóvenes bebían ayer por la tarde-noche en los maleteros, con los altavoces a todo volumen, bastó para hacer una primera valoración del ambiente: «¿Coca? Cualquier cosa que necesites, estaré por aquí». La Cubierta, la discoteca Fabrik (Humanes) y el Palacio de Vistalegre (Carabanchel) estrenaron el año con sus respectivas macrofiestas de música electrónica, elemento central de una velada aderezada con botellones multitudinarios y consumo y venta de drogas.

El trío de fiestas, Oro Viejo (Vistalegre); elRow (Fabrik) y Wan (La Cubierta), ha estado en el foco de la polémica en las últimas semanas. La celebrada en el coso de Carabanchel fue suspendida por el Ayuntamiento de Madrid el pasado 29 de diciembre por sospechas de sobreaforo, pero un juez revocó la decisión un día después al considerar que «no existía ningún riesgo» para los asistentes.

En Leganés, la plaza de toros reabrió sus puertas a un evento de estas características cuatro años después de que fuera clausurada por no cumplir con las medidas de seguridad adecuadas.

Por la experiencia reciente, Fabrik concentró de nuevo el grueso de las alertas en el primer día del año. Como ya informó ABC hace dos meses, en la última fiesta de Halloween la promotora vendió el doble de las entradas permitidas, imprimiendo aproximadamente 10.000 tiques. Aunque en un principio lo negó, 48 horas antes de la celebración anunció en las redes sociales que se retiraban todos los pases a la venta «por motivos de aforo». Entonces, en el aparcamiento del complejo de Humanes se desarrolló un macrobotellón marcado por todo tipo de excesos; idéntica estampa que la vivida durante las últimas horas y que todavía hoy se mantiene.

ElRow, como el resto de macrofiestas, comenzó a las cinco de la tarde, pero se alargó hasta dieciséis horas de fiesta ininterrumpida. Según la página de la discoteca en Facebook, la bienvenida a 2016 se repartió en las cinco áreas con las que cuenta el espacio, hasta las 9 de esta mañana, continuando con la celebración de After Party. Todo después de que en la noche del 31 se hiciera lo propio con el evento University Party. En total, casi tres días sin interrupción ni control.

En Leganés, la Policía Local reforzó el dispositivo ante la reapertura de La Cubierta, de titularidad municipal y cerrada en 2012 tras detectarse 70 anomalías, referentes fundamentalmente al incumplimiento del plan de autoprotección y a irregularidades higiénico-sanitarias. De hecho, este espacio de ocio nocturno, en declive tras su cierre, es conocido por sus elevados índices de delincuencia. En la fiesta de ayer, Wan, el control en el interior estaba a cuenta de los organizadores: Dreambeach y Reverse.

A pesar de la lluvia intermitente, el aparcamiento de la plaza de toros y las calles anexas estaban atestadas de jóvenes bebiendo y, en algunos casos, consumiendo droga sin ningún disimulo. «No es díficil conseguir lo que quieras; no es nada nuevo», explicó a ABC un grupo de asistentes, con el maletero de su coche abierto y con la música altísima.

Controles de estupefacientes

Ante el menudeo y consumo de estupefacientes (especialmente evidente en las zonas más alejadas de la plaza de toros), la Unidad Canina del municipio hacía controles aleatorios en los accesos al recinto. Según explicaron fuentes policiales, la jornada estaba transcurriendo «con total normalidad» a pesar de lo descrito. Igualmente, «todo estaba en orden» en el interior cuando habían pasado dos horas desde la apertura.

En este momento, aún quedaban entradas a la venta y las colas para comprarlas eran asumibles, si bien había muchos asistentes que no querían entrar a la fiesta. «Hemos venido sólo para beber aquí, nada más», indicaron.

Aunque en las últimas jornadas había acaparado toda la atención por peligro de sobreaforo, los alrededores del Palacio de Vistalegre presentaban una imagen más tranquila que la de sus homólogas, aunque era la de mayor capacidad entre las tres. Una enorme cola avanzaba ante la mirada de las UCS, los «antidisturbios» de la Policía Municipal de Madrid, y de otros agentes locales. En los alrededores, el consumo masivo de alcohol también era habitual, aunque en menor grado que en Humanes o Leganés. La fiesta Oro Viejo fue supendida el 1 de enero de 2013, cuando se celebró en Fabrik, porque a última hora se detectó que se habían vendido entradas falsas.

En Nochevieja, según Emergencias Madrid, se incrementó ligeramente la actividad en la capital en relación con el año anterior. Hubo 277 intervenciones, con 51 intoxicaciones etílicas, 21 reyertas con heridos y siete accidentes de tráfico con lesionados. El suceso de mayor relevancia se produjo en Doctor Esquerdo: un hombre de 31 años se precipitó desde el techo de un taxi en marcha y se golpeó la cabeza contra el suelo. Está grave.

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