Un grupo de alumnas repasa los apuntes antes del examen de Selectividad
Un grupo de alumnas repasa los apuntes antes del examen de Selectividad - EFE

La Transición, Platón y una reflexión sobre la ética abren la última Selectividad de la historia

Cerca de 31.000 alumnos se han examinado en las universidades de la Comunidad de Madrid

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Nervios e incertidumbre volvieron a definir el inicio de la selectividad en la Comunidad de Madrid, la última de la historia después de 40 años. Este año, cayeron Platón y Nietzsche, Adela Cortina y Javier Marías, la novela española de 1975 hasta finales del siglo XX y, entre otras, el teatro de 1939 a finales de siglo. La prueba se despide para dar paso a una evaluación final de Bachillerato que fija la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).

Antes del primer examen, el de Lengua y Literatura, los nervios estaban a flor de piel en la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid, uno de los centros examinadores. Un último vistazo a los apuntes, caras de circunstancias y ánimos mientras llamaban a los alumnos.

«Me va a dar algo», decía una joven en un corrillo mientras se abanicaba.

La primera prueba ha sido el comentario de texto, en el que, como siempre, se ha podido elegir entre dos opciones. La opción A recogía un fragmento de Escenas Veraniegas, un artículo de Javier Marías publicado en El País Semanal, junto con la pregunta de desarrollo sobre la novela española a finales del siglo XX. La opción B incluía unos párrafos de ¿Para qué sirve realmente la ética?, de Adela Cortina, y una cuestión para tratar el teatro de 1939 a finales del siglo XX. Pasa una hora y media, los alumnos se arremolinaban en los accesos para comentar qué tal había ido el examen.

«El examen me ha salido regular porque los temas no los tenía muy fijos. Me han sorprendido. Me había estudiado temas más importantes. Pero el resto de las preguntas genial», ha comentado una estudiante. «Regular porque la parte de literatura no me la sabía, pero lo demás bastante bien. Por lo menos un 6 o 6,5 sacaré. Tampoco vengo con muchos nervios porque quiero hacer Filología Clásica y piden muy poca nota de corte», ha dicho otra alumna.

«Es verdad que con los temas de literatura nos hemos quedado muy sorprendidos porque normalmente hasta ahora solían poner un tema desde el siglo XVIII hasta la Guerra Civil y en la otra opción desde la Guerra Civil hasta nuestros días y esta vez han puesto los dos temas posteriores a la guerra. Pero bueno aunque no te sepas autores y obras en el tema del teatro simplemente por tu conocimiento cultural podías hacer algo. Espero aprobar», ha añadido otro de los examinados a Europa Press.

Tras un descanso de 45 minutos comenzaba la segunda prueba. Los nervios, aseguraban, iban desapareciendo: «Estoy menos nerviosa. Ya sé lo que es y los nervios casi han desaparecido. Espero hacerlo bien», ha indicado una chica a la entrada de la facultad.

La constitución de 1931 y la Transición

A la prueba de Lengua ha seguido la de Historia de España y la de Filosofía. Quienes se decantaron por la primera han tenido la opción de elegir entre desarrollar un tema sobre la Constitución de 1931 y el tiempo reformista o sobre el Convenio de Vergara. El primer tema llevaba aparejado una imagen para comentar sobre las transformaciones económicas en el siglo XX, mientras que en el segundo los alumnos tenían que responder a varias cuestiones sobre el periodo de la transición a la democracia.

«Me han parecido muy rebuscados los epígrafes. El tema bien pero la ilustración muy mal. No creo que pueda aprobar», se ha lamentado una joven. En cambio otros estaban contentos. «Me ha salido muy bien, ha sido fácil. He hecho la opción B y el tema era muy fácil. Espero sacar buena nota», ha subrayado un compañero.

Platón, el preferido

Quienes eligieron la opción de Historia de la Filosofía, apostaban por Platón, y así fue. «El examen súper bien. Yo quería que cayera Platón y ha entrado. Cuando lo he visto casi me levanto a hacer la ola. Los nervios empiezan cuando vas a entrar en la clase y empiezan a decir tu nombre y ahí empiezas un poco a temblar pero luego te dan el examen y nervios fuera», ha asegurado una joven.

En esta prueba los alumnos han podido elegir entre contestar a varias cuestiones sobre Platón o sobre el pensamiento de Nietzsche, pero casi todos se han decantado por el primero. «Estoy muy contento. Quería Platón porque es el más fácil y el que primero estudias. Estoy seguro que aprobaré y con buena nota», ha comentado un alumno.

A las 16.15, ya afianzados y mucho más tranquilos, los alumnos se enfrentaron a la prueba de lengua extranjera, donde el inglés ganaba por mayoría. A pesar del calor y el cansancio acumulado, los futuros universitarios se mostraban confiados. «En el inglés sé que no voy a fallar, lo tengo muy claro», apuntaba un joven antes de entrar al último examen del día.

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