Ahora Madrid defiende la libertad de expresión de los detenidos

El Ayuntamiento de Madrid, que tras el esperpento de los títeres dijo que se sentían «desolados», se desmarcó horas después de la posición del juez y el Ministerio Fiscal y manifestó que «en ningún momento» ha vinculado lo ocurrido con «posibles delitos de enaltecimiento del terrorismo». Su rechazo a la obra de Títeres desde Abajo remite exclusivamente a los actos «ofensivos o lesivos para la sensibilidad» de los asistentes, especialmente en el caso de los niños.

El Consistorio destacó que, sobre todo en el marco del Carnaval, «defienden la libertad de expresión y el derecho a la crítica social a través de la sátira», aceptando una función en la que se representaba una violación, el ahorcamiento de un juez, un aborto

o el acuchillamiento de una monja y un policía, además de la apología con el cartel «Gora Alka-ETA.

En ese sentido, condenó el «uso partidista» de esta polémica, considerándola como una «estrategia» para desviar la atención sobre los casos de corrupción en el PP. En segundo término, como respuesta a las voces que desde la oposición exigen la dimisión de Celia Mayer, aseguran «no aceptar» las peticiones de quienes «jamás han dado explicaciones por asuntos gravísimos».

Apoyo a Mayer

El último apunte oscila en la línea del apoyo que Ahora Madrid brindó a Mayer en el pregón boicoteado por los antisistema. Pese a que desde un principio solo estaba previsto que compareciesen la propia edil de Cultura y la concejal del distrito de Tetuán, Montserrat Galcerán, también apareció en el escenario la segunda Teniente de Alcalde, Marta Higueras.

Solo unas horas después de sus escuetas declaraciones en Cibeles, donde apenas dio cuenta de su responsabilidad en la función de los títeres, Mayer apareció sonriente y con unas plumas como aderezo carnavalesco. No habló, pero la aparente alegría con la que se presentó ante los madrileños cambió repentinamente con los gritos de los radicales.