Cee y Dumbría se quedan solas ante el no a la venta
Cee y Dumbría se quedan solas ante el no a la venta - Miguel Muñiz
EMPRESAS

La Xunta cuestiona que Ferroglobe pida diligencia sin presentar su plan

La compañía pedirá «pronto» el cambio de concesión para vender sus centrales gallegas

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Ferroglobe ha dado un nuevo paso en la estrategia que trata de hacer frente a su futuro, pero no sobre el papel. Así, tras el acuerdo llevado a cabo el pasado fin de semana con parte de los trabajadores para acometer el plan industrial de la compañía, y que estaría supeditado a la venta de las centrales hidroeléctricas de la empresa en Galicia y Aragón, se pedía diligencia a la Xunta para facilitar dicha operación.

Pero la respuesta del gobierno autonómico ha sido clara. El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, señaló ayer que no se pronunciará mientras no haya una petición «oficial» de Ferroglobe en referencia a la venta de las centrales hidroeléctricas en el río Xallas, aunque destacó que cuando ésta llegue se tendrán en cuenta «los criterios defendidos desde el principio: mantener la actividad industrial y los puestos de trabajo».

El vicepresidente el ejecutivo gallego subrayó que, antes de pronunciarse, la Xunta quiere ver exactamente «qué pide la empresa». «Insisto en que no hay nada oficial. Habrá que esperar a ver lo que presenta. La Administración siempre tiene que actuar con diligencia, pero a día de hoy, después de hablar mucho, aún no se ha presentado nada. La empresa pide diligencia con respecto a una solicitud que no hizo», advirtió.

Tras meses de negociación, la mayoría de los trabajadores –el 73% según la compañía– llegaron el sábado a un acuerdo con la firma para llevar a cabo un plan de inversiones que trataría de levantar la difícil situación económica de la empresa y mediante el cual Galicia se beneficiaría con 200 empleos directos (100 en Cee y 100 en Sabón) y 100 millones de euros de inversión total. Este plan estaría siempre vinculado a la venta de las centrales hidroeléctricas de la compañía en Galicia y Aragón, a la que finalmente los sindicatos habrían accedido. No así los trabajadores de la Costa da Morte, que defienden la ilegalidad de la venta de las centrales y no respaldan el plan.

Galicia dice «no»

El acuerdo también ha generado la ruptura de los siete delegados gallegos de UGT y CC.OO. con sus respectivas centrales sindicales (la CIG con el 23% de representación no acudió a la reunión), por sentirse traicionados con las propias centrales, y quienes tacharon ayer la situación de «decepcionante». Los representantes gallegos resaltaron que su postura desde el inicio del conflicto fue que «nunca se negociaría una venta de las centrales hidroeléctricas para promover un plan industrial». Por su parte, la venta del negocio energético de las dos Comunidades –para las que ya existe comprador– supondría para la compañía un beneficio neto de 155 millones de euros.

Con el apoyo de una parte de los trabajadores, la empresa espera ahora acometer el siguiente paso. La compañía deberá dirigirse a la Xunta, titular de las concesiones y poseedora de los derechos de explotación de las aguas que dan vida a las centrales gallegas, con el objetivo de que el gobierno levante una cláusula aprobada en 1992 que vincula la actividad de las centrales hidroeléctricas y las fábricas que la empresa tiene en la comunidad autónoma, impidiendo la ansiada venta. El presidente de Ferroatlántica y consejero delegado de Ferroglobe, Pedro Larrea, avanzó este lunes que «a corto plazo» se hará esta solicitud y que espera que el gobierno gallego acceda a esta autorización por «interés de todos».

Respecto al plan empresarial, Larrea recordó que de los 200 millones en inversiones en toda España que irían ligadas a estas ventas más de 100 millones acabarían en Galicia. A esto se une la promesa de la puesta en marcha de una fábrica de silicio solar en Sabón.

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