La sequía acecha a Valdeorras

La comarca hace malabarismos para evitar los cortes de agua, pero si no llueve podrían empezar en septiembre

Embalse Barrié de la Maza, en Negreira, esta primavera MIGUEL MUÑIZ

NATALIA SEQUEIRO

Los jardines del Ayuntamiento de Petín, en la comarca de Valdeorras, lucen secos desde hace ya algún tiempo. El alcalde ha ordenado que no se rieguen para dar ejemplo. Mientras en toda Galicia llovió un 20% menos de lo normal durante la primavera, en la zona este de Orense las precipitaciones fueron alrededor de un 40% inferiores a lo habitual. En el invierno la nieve también escaseó y los principales acuíferos están ahora prácticamente secos. Desde el principio del verano, los municipios realizan malabarismos para no tener que cortar el suministro a los vecinos. Pero muchos temen que si la lluvia no aparece, en septiembre empezarán las restricciones.

La Mancomunidad de Aguas de A Rúa y Petín tuvo que pedir permiso a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil para poder captar agua directamente del embalse de San Fiz y no sólo de la red habitual. Desde el día 1 de agosto comenzaron a bombear y han conseguido mantener el abastecimiento. «Nos inventamos una historia y logramos tener agua», explica el alcalde de Petín, Miguel Bautista. A mediados de esta semana hubo que llevar agua del depósito a siete cubas en las parroquias de Sampaio y Mones, en previsión de un mayor consumo debido a las jornadas de fiestas. En Petín, como en otras pueblos de la comarca, la población crece en verano. «Viene mucha gente de la zona coruñesa, que se fue a trabajar allí hace tiempo y ahora está jubilada», relata el alcalde.

El la localidad vecina de Vilamartín, la situación no es mucho mejor. El municipio se vio obligado a cortar el agua durante una noche de la pasada semana para conseguir recuperar el depósito y reparar seis averías en la red. «Salvamos la situación», explica Enrique Álvarez, regidor del municipio. Pero la solución es sólo un parche. «Si continúa sin llover a mediados o a finales de septiembre podríamos tener problemas serios», alerta. Para esas fechas comenzará la vendimia y las necesidades de agua se incrementan en una comarca conocida por sus vinos. «Se gasta bastante agua limpiando cubas y otras cosas», explica el alcalde de Petín. Después de pasar meses pendiente de si aparecían nubes en el cielo, Miguel Bautista asegura que ya ni mira los pronósticos meteorológicos. «Me marché una semana a la playa y allí me llovió y aquí llevamos todo el verano con mucho calor», relata.

Los municipios de la comarca han publicado bandos instando a los vecinos a restringir el consumo de agua. Los riegos de jardines o el llenado de piscinas están prohibidos. Los alcaldes aseguran que la población está concienciada y, en general, cumple con las recomendaciones. «Incluso hay algún vecino que viene a avisar si ve a otro regando», explica el alcalde de Petín, Miguel Bautista.

Aunque Valdeorras es una de las comarcas más afectadas, la sequía afecta también a otras zonas de la provincia. En Orense los embalses se encuentran al 57,7%, pero históricamente por estas fechas deberían tener un 71,21% de agua. Rivadavia también ha contactado este verano con la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil para intentar mejorar su abastecimiento. «Estamos en alerta, pero no es más grave que en otras zonas de Galicia, el problema aquí es estructural», explica Ignacio Gómez, regidor del municipio. El agua se capta de un río pequeño y piden que se les autorice a cogerla directamente del Miño. Pero la obra es cara porque la planta potabilizadora se encuentra a seis kilómetros de distancia y, además, a una altura superior. «Cenlle, Punxín, San Amaro, toda esta zona tiene problemas, pero aún no hubo cortes. La gente no lo entiende porque tenemos muchos ríos al lado, pero bombear cuesta mucho dinero», explica. La solución llegará como muy pronto el verano que viene, si encuentran financiación para acometer las obras necesarias.

Resto de Galicia

Los bandos instando a un uso racional del agua no son exclusivos de la provincia de Orense y afectan también a las atlánticas. Sobrado, Miño o Ares y O Rosal, entre otros, piden desde el principio del verano a sus vecinos a restringir el baldeo, el llenado de piscinas o el riego. El Ayuntamiento de Lalín reiteró este viernes su llamamiento a la población del municipio al constatar un descenso de 60 centímetros desde principios del verano del río donde se realiza la captación.

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