Profesores, estudiantes y personal de la UDC eligen hoy nuevo rector

Fondos públicos frente a recursos privados para la financiación de una universidad que afronta sin deuda un nuevo mandato. La primera es la propuesta de Xulio Abalde, catedrático de Microbiología y miembro del equipo rector actual, sucesor de José María Barja y Xosé Luís Armesto al frente de Nova Dulce. El que apuesta por buscar ingresos de fuentes externas a la UDC es Daniel Pena, doctor e ingeniero naval en el campus de Ferrol, que cuenta con el apoyo de los cuatro candidatos opositores en 2011; Fermín Navarrina, Alejandro Pazos, Manuel Recuero y Luis Castedo. Hoy ambos medirán programas en las urnas, a las que están llamadas un total de 19.226 personas vinculadas a la Universidad de La Coruña.

De estas, el mayor censo se corresponde a los estudiantes (16.843) seguidos por el grupo de profesor doctor con vinculación permanente (839).

El resto de categorías de personal docente investigador cuenta 799 papeletas y 745 el personal de administración y servicios. Por ponderación de voto, el porcentaje se reparte a razón de un 51 por ciento para el profesorado doctor con vinculación permanente; un 28 por ciento para los estudiantes; y un 12 por ciento respectivamente para el personal docente e investigador (PDI) y el personal de administración y servicios (PAS).

Como novedad en los comicios de este jueves por primera vez se aplicará voto electrónico, plataforma que ya está disponible en las tres universidades gallegas y que cuenta con el apoyo de la Xunta de Galicia en el marco de las iniciativas de promoción de la e-administración.

Cambio vs. Experiencia

«Gestión, docencia, investigación y sociedad» son cuatro palabras que agrupan el planteamiento de Pena para los próximos cuatro años, otorgando una «mayor autonomía» para los centros que integran la universidad coruñesa. Su apuesta pasa por «expandirse más allá de La Coruña y Ferrol» y resume su programa en «consenso, flexibilidad, mayor contacto con la sociedad, imagen de marca más potente y menor burocracia». «No gobernar para una parte sino para toda la universidad» y que estén «todos unidos por un cambio plural», lema este último de su candidatura.

Por su parte, Abalde enumera entre los retos de la UDC «lograr que la oferta académica sea de calidad, contrastada y atractiva, dar un salto más importante en investigación y seguir insistiendo la internacionalización», además de la «agilización de los procesos de gestión interna». Entre sus principales objetivos presenta «la defensa de la universidad como servicio público; una concepción progresista de la educación basada en la función social y la igualdad de oportunidades; el compromiso con la calidad en la docencia, la excelencia en la investigación y la eficacia en la gestión». En definitiva, defiende un «programa de gobierno claro, coherente y realista».

Baja participación estudiantil

Frente a la elevada participación del profesorado y el personal administrativo, en el caso de los estudiantes el promedio que arrojan las facultades españolas no alcanza en 10%. Tomando como referencia los datos de los anteriores comicios de 2011, la primera vuelta alcanzó el 91 por ciento de los doctores con vinculación permanente; el 67 en las restantes categorías de PDI; el 84 en el caso del personal administrativo y otros servicios; y no superó el 19 por ciento entre los estudiantes universitarios adscritos al campus de La Coruña y Ferrol.