José Luis Jiménez - Pazguato y fino

La penúltima batida de la juez De Lara

A la vista de lo publicado, la magistrada ha salido a cazar elefantes con una pistola de fogueo

José Luis Jiménez
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No estaba hibernando para pasar el frío invierno lucense, sino haciendo prácticas de tiro para emprender una nueva cacería judicial. Pilar de Lara regresa al escenario mediático —ya saben, primero se filtra, luego se comunica a las partes— en una suerte de canto del cisne, de última bala en la recámara en la que ha escrito los nombres de Núñez Feijóo y Alfonso Rueda, entre otros. Pero a la vista de lo publicado, ha salido a cazar elefantes con una pistola de fogueo.

Resulta risible, incluso grotesco, deslizar que un presidente de la Xunta —el actual o el anterior— se vaya a dejar corromper por una caja de vino de 600 euros. O un conselleiro. Ni un presidente de diputación o un alcalde.

Claro que es muy goloso para el tribunal de la opinión pública detallar que se trataba de Vega Sicilia. Pero deja de serlo si, aplicando un mínimo de sentido común, recordamos que políticos de este nivel tienen unas retribuciones públicas suficientes para comprarse un vino así por sus propios medios, sin esperar a agasajos navideños de ningún empresario.

De hecho, lo verdaderamente revelador son las prácticas del dueño de Monbús, que en una suerte de «vieja política», no dudaba en regar de prebendas a todos los altos cargos o incluso técnicos por los que pasaban los contratos de sus empresas. La práctica la censuramos con nuestra moral de hoy, reformulada tras una crisis económica y un sinfín de corruptelas —de las de verdad, no como las de De Lara— juzgadas en tribunales tras probarse la comisión de delitos. Pero hace diez años, nadie se escandalizaba porque una empresa adjudicataria mandara una caja de vino a este o aquel. Cambian las circunstancias y, por consiguiente, los usos sociales. No deberíamos, por tanto, hacernos trampas a la hora de realizar juicios de valor.

En esta penúltima batida de Su Señoría, hay de nuevo algo que mosquea a quien mire más allá de lo superficial: el funcionamiento por acción y reacción. Cuando el Supremo le archivó de golpe las piezas contra José Manuel Barreiro y el expresidente de Cantabria, a los pocos días supimos de su queja por la falta de personal para investigar causas como la «Pokemon» o la «Carioca» —el Kevin Roldán de la corrupción gallega, con ella empezó todo—. Ahora, conocemos esta historia de los regalos de Monbús, casualmente (o no) varios días después de que se archivara la octava pieza separada en un juzgado de fuera de Lugo por —una vez más— inexistencia de indicios.

Apuesten porque la novena pieza caerá en breve. Pero lo que cayó hace tiempo es el crédito de De Lara.

Ver los comentarios