Más de 1.300 jóvenes gallegos retornaron al campo en solo dos años

Abandonar la ciudad y regresar al campo en busca de un empleo con visos de futuro ha dejado de ser un hecho anecdótico para convertirse en la hoja de ruta de muchos jóvenes gallegos. Las solicitudes de ayudas del plan de incorporación al agro promovido por la Xunta dan cuenta de esta tendencia, que en los últimos dos años ya ha captado a 1.300 menores de 41 años en la Comunidad.

Los últimos datos sobre este programa de apoyo al rural los dio a conocer ayer la responsable de ramo, Ángeles Vázquez, que reveló que en lo que va de 2017 fueron 540 los inscritos, una «cifra histórica» que se suma a los cerca de 700 que formularon la petición el pasado año y que arroja un saldo próximo a las 1.300 solicitudes para retornar al rural desde el 2015.

«Llevamos dos años muy buenos en los que la gente joven regresa al campo porque lo ven como una alternativa económica y de empleo», manifestó Vázquez durante una visita a una explotación que recibió apoyo para fomentar el pastoreo ecológico.

Al mismo ritmo que crece el cupo de jóvenes que deciden vivir del agro, aumentan también los que presentan un proyecto para modernizar sus explotaciones y hacerlas más competitivas tanto a nivel autonómico como nacional. En el caso gallego y echando una ojeada a los últimos dos años, fueron 3.800 los agricultores que plantearon un proyecto de mejora a la Xunta. A ellos va dirigido un presupuesto de 65 millones de euros (con un incremento del 7 por ciento con respecto a la anterior convocatoria) que también incluye una línea específica para las pequeñas explotaciones. El aumento en el número de interesados con respecto a las cifras del pasado año roza el 170 por ciento.