Luís Villares, portavoz parlamentario de En Marea, durante la última sesión de control a Núñez Feijóo
Luís Villares, portavoz parlamentario de En Marea, durante la última sesión de control a Núñez Feijóo - EFE

En Marea y la «vergüenza de todos los gallegos»

Feijóo y Villares se enfrascan en un debate sobre el financiamiento de los partidos que acaba en un careo sobre la crisis interna de los rupturistas

Santiago Actualizado: Guardar
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A En Marea solo le faltaba un marco mayor para cerrar la curvatura de su crisis interna. Según Alberto Núñez Feijóo, las conspiraciones de salón entre las familias de la confluencia no solo ensanchan la distancia entre Xulio Ferreiro y Luís Villares o activan los recelos entre Anova y los críticos de Anova, sino que «avergüenzan a todos los gallegos».

La aspereza del careo parlamentario entre el presidente de la Xunta y el portavoz de En Marea está a un par de sesiones de institucionalizarse. Este miércoles, mientras el rupturista le invitaba a salir del «lado oscuro» para apartarse de las «zonas grises» de la financiación, el de Os Peares mordía en las frágiles expectativas del magistrado: «Espero que sea diputado en la próxima legislatura», le espetó.

El debate cromático sobre las cajas de los partidos —«las zonas grises encienden alarmas rojas», dijo Villares»— sirvió a Feijóo para explotar la inoperancia del mando en el rupturismo y sus relaciones de dependencia. «En Marea, subsección Iglesias, negociado Venezuela», aseguró, y automáticamente un «por favor» de Carmen Santos, la secretaria general de Podemos Galicia, chirrió en el hemiciclo como una solicitud de amparo. Presto acudió Miguel Santalices: la llamó al orden. Pero para eso, dentro de En Marea, aún falta.

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