A juicio el edil de Lugo que acusó sin pruebas a Orozco de coacciones

La juez Piñeiro hace suyo el auto de la Audiencia y sienta en el banquillo a Portomeñe

El exalcalde de Lugo, Xosé López Orozco, en una imagen de archivo EFE

J. L. JIMÉNEZ

La Audiencia Provincial de Lugo le enseñó el camino del banquillo y ayer la juez titular del Juzgado nº2 de Instrucción lo corroboró. Carlos Portomeñe , el portavoz de la populista ACE en el en la ciudad amurallada deberá responder por las manifestaciones que realizó contra el exalcalde Xosé López Orozco , al que llegó a acusar de coacciones a un funcionario municipal para que se modificara un informe y se recalificara un terreno en el plan general de ordenación de Lugo.

El exregidor, ya fuera de la política, denunció a Portomeñe por injurias y calumnias ante la justicia que, por el momento, le va dando la razón. En un auto del pasado cinco de diciembre conocido ayer, la juez Sandra Piñeiro hace suyo el mandato de la Audiencia Provincial, que estimó un recurso de Orozco contra el archivo de la causa e indicó el mes pasado que se continuara hasta la celebración del correspondiente juicio oral.

Ahora, Piñeiro continúa la tramitación de la diligencias previas y comunica a las partes —querellante, defensa y fiscalía— la petición de los correspondientes escritos de acusación, sobreseimiento «o, excepcionalmente, la práctica de diligencias complementarias». Esta decisión es recurrible por parte de Portomeñe, pero las posibilidades de que prosperara se antojan difíciles: quienes decidirían sobre este recurso son los mismos magistrados de la Sala Segunda de la Audiencia que han ordenado la apertura del juicio oral.

En su auto de noviembre, la Sala consideraba que ya existían «indicios de la suficiente entidad» como para procesar al edil denunciado . Estos consistían, en esencia, en las testificales practicadas ante la instructora, en la que el funcionario supuestamente coaccionado por Orozco negó tajantemente haber recibido presión alguna para que modificara ese ni ningún otro informe urbanístico. Portomeñe, por su parte, se remitió en este punto del proceso a declaraciones que había realizado en otro sumario abierto en los juzgados lucenses, a cargo de Pilar de Lara.

Precisamente una de las incógnitas que se abre ahora es la respuesta de De Lara al procesamiento de quien ella considera que es uno de sus testigos esenciales en la pieza del Plan General. Cuando Orozco denunció a Portomeñe, la juez abrió una causa contra el exalcalde por «obstrucción a la justicia», al interpretar que con su querella buscaba el silencio del concejal populista. La pieza sigue abierta aunque tiene difícil compatibilidad con el aval dado por la Audiencia a la acción emprendida por el exalcalde. La presión de De Lara también llevó a que la juez Piñeiro archivara por dos veces la denuncia por injurias y calumnias, decisiones que la Audiencia Provincial revocó.

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