La Audiencia de Lugo enseña el camino del banquillo a Portomeñe

Anula el archivo de la causa por la supuesta difamación del edil populista a Orozco

Carlos Portomeñe, en el centro, acompalado de Yolanda Díaz y Ramón Vázquez ABC

JOSÉ LUIS JIMÉNEZ

La Audiencia Provincial de Lugo ha decidido revocar el archivo de la querella que en su día el exalcalde José López Orozco presentó contra el concejal populista Carlos Portomeñe tras acusarle públicamente de coaccionar a un funcionario municipal con el fin de modificar un informe en una recalificación de suelo. El sobreseimiento había sido dictado el pasado mayo por la titular del Juzgado de Instrucción nº 2, Sandra Piñeiro, principalmente por las presiones de su compañera del nº 1, la juez Pilar de Lara, que se había venido valiendo de Portomeñe como testigo para construir la investigación sobre las presuntas irregularidades en el Plan General de Ordenación Municipal, una causa abierta desde hace siete años.

Piñeiro alegaba en su auto de mayo que correspondía archivar la denuncia de Orozco por entender que existía una situación de «prejudicialidad», al estarse investigando en el Juzgado nº 1 hechos relacionados con la base de la querella, en referencia a la pieza del Plan General. Este argumento reproducía las alegaciones hechas en su día por Pilar de Lara, que en todo momento quiso evitar que prosperara la denuncia del exalcalde , al entender que buscaban amedrentar al portavoz de ACE en el Concello.

La Audiencia Provincial, en un auto del pasado día 13 conocido ayer, estima que no existe solapamiento alguno porque entre los hechos que investigan De Lara y Piñeiro «no aparece conexión ninguna». «Se trata de hechos distintos», insiste la sala.

Además, los magistrados consideran que tras las declaraciones ante la instructora de Orozco, Portomeñe y el funcionario supuestamente coaccionado por el exalcalde — el exsecretario municipal, Luis Regal, que negó en sede judicial presión alguna —, «se derivan indicios con la suficiente entidad para que aparezca precipitado acordar el sobreseimiento en este momento», y le enseña al edil populista el camino del banquillo al entender que habrá de ser «en el correspondiente enjuiciamiento» donde «se dilucide o no» la comisión de la presunta difamación.

Es la segunda vez que la Audiencia Provincial corrige una decisión de la juez Piñeiro en este caso. El pasado mes de marzo, esta instancia revocaba un primer archivo de la querella dictado por la instructora, y le instaba a que tomara primero declaración a los implicados. Conforme se acercaba la fecha de la testificación de Carlos Portomeñe irrumpió la juez De Lara para evitarle a su testigo este trago, sin conseguirlo. Portomeñe evitó durante su declaración en abril ratificar las manifestaciones que motivaron la querella de Orozco —afirmó en una rueda de prensa que el exalcalde había presionado a Regal hasta el llanto para que aprobara un informe urbanístico con un determinado sesgo— y se remitió a afirmaciones bajo secreto sumarial realizadas en la causa del Plan General. Era la estrategia de su defensa que buscaba vincular las dos causas y que Piñeiro se sometiera a la teoría de la «prejudicialidad» que alegaba De Lara .

Ahora, sin embargo, la Audiencia tumba de pleno esta estrategia procesal y considera que «deberán proseguirse las presentes actuaciones (...) hasta la celebración del correspondiente acto de enjuiciamiento». Portomeñe ve el banquillo más cerca.

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