El Gobierno declara a Galicia zona de emergencia tras la ola de incendios

La decisión supone la puesta en marcha de un paquete de medidas y ayudas para paliar los daños en las zonas afectadas

El titular de Emerxencias apunta que la respuesta fue «razonablemente buena» a pesar de las condiciones extremas

Monte quemado tras los incendios forestales en el municipio pontevedrés de As Neves MIGUEL MÚÑIZ

ZORAIDA RIAL

El Consejo de Ministros daba ayer el primer paso para la puesta en marcha de las ayudas que el Gobierno central concederá a los afectados por la ola de incendios del pasado mes de octubre. El Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy autorizaba la declaración de Galicia y Asturias como zonas de emergencia de Protección Civil; un trámite que supone dar luz verde a todo un paquete de medidas que superará para las dos Comunidades el importe de los 13 millones de euros . En concreto, las ayudas procederán de hasta cuatro ministerios: Interior, Agricultura, Empleo y Presidencia. En lo referente al departamento de Interior, se destinarán 1,8 millones para cubrir — entre otras eventualidades— daños personales o desperfectos en viviendas. El Ministerio de Agricultura, por su parte, aportará 7,5 millones dirigidos a la restauración forestal y ambiental. Finalmente, las áreas de Empleo y Presidencia habilitarán exenciones en el pago de cuotas a la seguridad social para afectados y otorgarán subvenciones por daños en infraestructuras.

El ministro portavoz del Ejecutivo central, Íñigo Méndez de Vigo, destacó la necesidad de poner en marcha estas compensaciones ante las numerosas incidencias provocadas por los fuegos que arrasaron en Galicia cerca de 50.000 hectáreas en apenas tres días. Según Méndez de Vigo, los daños en viviendas y establecimientos, junto a los rescates y evacuaciones obligaron a movilizar numerosos medios estatales. Además, tachó de «extremadamente complicada» la situación registrada en los montes durante los pasados 15 y 16 de octubre dada la confluencia de factores como la sequía persistente, los fuertes vientos, las temperaturas elevadas y la baja humedad.

Balance del dispositivo

Apenas un mes después de aquel fin de semana negro, el director xeral de Emerxencias, Luis Menor, aprovechaba una comparecencia en sede parlamentaria para hacer balance de la actuación del operativo de lucha contra incendios durante la pasada ola de fuegos. Menor calificó la respuesta del dispositivo de «razonablemente buena» y negó que existiese descoordinación , aunque sí reconoció que los brigadistas tuvieron que enfrentarse a una «situación extraordinaria» en donde «evidentemente hubo una situación de saturación».

Para dar cuenta de las condiciones «extremas» a las que hicieron frente los medios de extinción, el responsable de Emerxencias apuntó que el nivel de alerta 2 —el que se activa cuando el fuego amenaza a viviendas o cuando hay peligro para la vida de las personas — tuvo que decretarse «hasta en 24 ocasiones» en menos de 36 horas, «tres veces más que en un año entero». Precisamente, la acción del Gobierno gallego se centró en crear un procedimiento de actuación «sencillo pero muy útil» para este tipo de incendios; lo que permitió que, por primera vez, se pusiesen en marcha puestos de mando avanzados en cada uno de estos focos de especial peligrosidad. Al frente del citado mando único estuvieron los cuatro delegados territoriales de la Xunta que, según Luis Menor, visitaron todos los incendios. Del mismo modo, el presidente Alberto Núñez Feijóo y los conselleiros con competencias en esta materia estuvieron «perfectamente informados» en todo momento y «tomando sus decisiones. En cuanto al número de operadores del 112 que trabajaron durante el fin de semana negro, Menor explicó que la mañana del domingo 15 de octubre se encontraban disponibles siete personas al frente de este servicio, una cifra que consideró «lógica» teniendo en cuenta el número de llamadas recibidas. Ya por la tarde, el personal se reforzó hasta en un 150% y un 200% en los momentos más críticos.

Las explicaciones del responsable de Emerxencias no convencieron a los grupos de la oposición, que aseguraron que trabajadores del 112, bomberos, brigadistas y efectivos de los GES trasladaron «una cierta sensación de caos» por parte de la Xunta. Según el diputado socialista Juan Díaz Villoslada, los trabajadores del dispositivo trasladaron la existencia de una manifiesta «falta de recursos», así como de una «fragmentación» del operativo.

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