La Feria del Cocido cambia el rumbo

Que nadie se preocupe. No van a cambiar la receta del cocido, no. Se seguirá sirviendo con sus grelos, su oreja, su morro, su chorizo, sus garbanzos... Y se continuará sirviendo en Lalín para sobrellevar mejor el frío invernal. Pero la feria gastronómica de la localidad pontevedresa, que cumple su edición número 48, se presenta con cambios. El nuevo alcalde, Rafael Cuíña, de Compromiso por Galicia, ha decidido acabar con algunas de las iniciativas más conocidas impulsadas por su predecesor, el popular José Crespo. «Hasta estos años la fiesta rozaba lo que podría ser de programas de corazón. Queremos recuperarla para el pueblo, que es quien la paga», afirma el regidor sobre una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, que en esta ocasión se desarrollará desde este viernes y hasta el próximo 14 de febrero.

Con la intención de acabar con ese supuesto carácter «casi elitista y de prensa rosa» y así «recuperar la esencia», Cuíña ha suprimido la comida oficial y el acto de investidura de los nuevos comendadores del cocido, un reconocimiento que en la última edición recibieron, entre otros, el divulgador científico Eduardo Punset, el vicepresidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, o el empresario y presidente del Atlético, Enrique Cerezo.

Sin «Encomienda»

En su lugar habrá un almuerzo solidario cuya recaudación irá destinada a asociaciones y acciones sociales. Será el último fin de semana de este mes de enero. Se celebrará asimismo un denominado «Cocido LGTB» con el que el Concello de Lalín pretende dar visibilidad a los colectivos de lesbianas, homosexuales, transexuales y bisexuales. Una carpa de 70x20 metros acogerá puestos de venta de productos cárnicos, alimentación y artesanía, además de otras actividades. Y frente a la «Encomienda del Cocido», Cuíña entregará el galardón «Aldea Singular» para reconocer los valores patrimoniales, sociales, culturales y paisajísticos del ámbito rural.