Feijóo, ayer en Braga, camina junto al ministro de Infraestruturas luso, Pedro Marques (i)
Feijóo, ayer en Braga, camina junto al ministro de Infraestruturas luso, Pedro Marques (i) - CEDIDA
EURORREGIÓN GALICIA-NORTE DE PORTUGAL

Feijóo propone reducir a una hora la distancia en tren entre Vigo y Oporto

El presidente de la Xunta apuesta por prolongar el Eje Atlántico ferroviario hasta las ciudades del norte luso

Galicia asume con la presidencia de la Comisión de Trabajo de la Eurorregión el impulso a la «competencia leal»

Santiago Actualizado: Guardar
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Galicia quiere prolongar hasta el norte de Portugal su llamado «metro en superficie». Diluir los límites de la raia gracias a un mejor transporte ferroviario y conectar las ciudades de Vigo y Oporto a aproximadamente una hora de distancia. Alberto Núñez Feijóo sostuvo desde Braga la idea de una nueva movilidad en la cornisa atlántica. Aprovechó que el Gobierno autonómico asumía el mando en la Comisión de Trabajo de la Eurorregión para marcar un objetivo que sintoniza —y mucho— con la vertebración de los territorios de la UE. El presidente de la Xunta apostó durante su intervención en el Plenario del ente por «poner a disposición» de las grandes ciudades del noroeste peninsular «un tren de altas prestaciones», capaz de competir en tiempo con el resto de medios de transporte.

La inspiración de este proyecto está dentro de casa. La particular «Y»gallega —aquella que conecta La Coruña con Vigo y se ramifica hasta Orense— recibe cada vez una mayor acogida entre los usuarios. Más de tres millones de viajeros ya se decantan por esta alternativa, hasta el punto de que la Consellería de Infraestruturas ya la considera como una de las mejores vías para sortear los atascos y los peajes de la AP-9.

No contento con ello, Feijóo insistió en que la obra está inacabada. Solo cuando que se modernicen las arterias ferroviarias con el país vecino, aseguró, se puede hablar de un auténtico Eje Atlántico. Como muestra de interés por la infraestructura, Galicia y los ejecutivos regionales del norte de Portugal quieren incluirla en la agenda de temas de la próxima Cumbre Ibérica, programada para el 29 de mayo. Mariano Rajoy y António Costa tendrán la oportunidad de examinar una lista de «demandas conjuntas» para mejorar la colaboración en el seno de la Eurorregión.

La intención es engrasar la cooperación entre las instituciones, especialmente después de que algunas empresas instaladas en Galicia, muchas de ellas vinculadas al sector de la automoción, se dejaran querer por la moderación salarial que ofrece Portugal y las facilidades para trasladarse al otro lado de la frontera.

Ese riesgo de fuga de capitales eleva el interés sobre las relaciones entre ambos territorios vecinos. Feijóo no hizo ninguna mención directa a la cuestión, pero abogó desde Braga por promover unas «líneas maestras» basadas en la «competencia leal» y la «cooperación honesta», ahora que la autonomía coordinará los trabajos del ente.

Corredor atlántico

En algunos puntos, la Xunta se ha adelantado. El jefe del Ejecutivo gallego avanzó que ya está gestionando con la administración general del Estado y con Bruselas que el corredor atlántico «entre con fuerza» dentro de la Red Europea de Transportes, cuya revisión está fechada para el 2018. «Tenemos que estar», arengó Feijóo, para que el eje que parte de la localidad vasca de Irún hasta la ciudad portuguesa de Aveiro incremente su status quo comunitario.

El resto de apartados contemplados en la hoja de ruta gallega —infraestructuras aparte— se preocupan por «potenciar la innovación» y aportar «una respuesta» a un desafío demográfico que es totalmente ajeno a las fronteras. También, por exigir un plan territorial para reaccionar contra posibles emergencias en la frontera.

Interconexión gasista

La Eurorregión trabajará para convertirse en una puerta de entrada de gas natural licuado. Será gracias a la construcción de una tercera interconexión gasista entre España y Portugal, en cuyo estudio han estado trabajando tanto Enagas, el operador español, como Redes Enérgéticas Nacionais (REG). En 1996, entró en funcionamiento la primera línea de la red de transporte de gas entre los dos países, a través de Badajoz. Dos años más tarde, en el 1998, la segunda conexión comenzó a operar por la localidad pontevedresa de Tui. El fortalecimiento de la economía, de forma directa o indirecta, absorbe la mayor parte de los proyectos. Galicia y el norte de Portugal esperan contar con financiación europea para desarrollar al menos cuarenta y cinco planes en los próximos dos años.Darán una idea de los que será la Eurorregión en la década venidera, mantiene la Xunta. En estos momentos, una tercera parte del presupuesto para cooperación transfronteriza (fondos Poctep) lo gestiona la institución galaico-lusa.

Feijóo dejó encima de la mesa la posibilidad de financiar proyectos de investigación conjuntos, tomando el ejemplo del Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología de Braga. «Un campo con mucho futuro», ensalzó el presidente autonómico, capaz de aportar un salto cualitativo para un sistema productivo como el de Galicia. La Xunta tampoco será esquiva con los motores económicos más tradicionales, como el comercio tradicional, con un impulso a las plazas de abastos o la promoción del Camino Portugués.

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