Vista actual de la estación de autobuses de la capital gallega
Vista actual de la estación de autobuses de la capital gallega - MUÑIZ

La ciudad del funcionario

La actual estación de autobuses de Santiago se convertirá en una ampliación de los cercanos edificios de la Xunta que tendrá capacidad para más de 1.000 trabajadores

Santiago Actualizado: Guardar
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Las previsiones oficiales marcan la próxima legislatura como aquella en la que la estación intermodal de Santiago de Compostela, que dará servicio tanto a autobuses como a trenes, será una realidad. Esta integración implicará que las actuales dársenas pasarán a ser una superficie ociosa en propiedad de la Xunta de Galicia. Su emplazamiento, a escasos metros de los edificios administrativos de San Caetano, la convierten en la zona idónea para acometer una ampliación de las dependencias del Gobierno gallego con la que dar espacio a los trabajadores públicos.

La idea de convertir el barrio santiagués en una «ciudad administrativa» llevaba décadas rondando sobre los altos despachos de la Xunta, pero no fue hasta 2009, en un acuerdo a tres bandas entre Alberto Núñez Feijóo con los gobiernos municipal y central —ambos en aquel entonces en manos de socialistas— cuando se puso en papel y empezó a ser a una realidad.

El presidente autonómico anunció ayer la convocatoria en las próximas semanas de un concurso de ideas en el que los participantes puedan proponer formas de remodelación, ampliación o transformación de la actual estación para convertirla en un edificio conectado de algún modo con la matriz ya en funcionamiento y con capacidad para más de un millar de funcionarios. El certamen estará dotado con un premio de 30.000 euros, otro de 20.000 y un accésit de 10.000.

Los ocupantes de las nuevas oficinas serán, fundamentalmente, trabajadores que ahora tienen su puesto en edificios que el Ejecutivo gallego tiene en régimen de alquiler, con lo que se enmarca dentro de la estrategia de reducir los gastos en este apartado de actual Gobierno. «Esto se trata de una medida de ahorro, no de gasto. No vamos a crear 1.000 nuevas plazas de funcionarios para llenar un edificio, sino que vamos a reubicar a los que ya tenemos», ironizó Feijóo ante la posibilidad de que se pudiese malinterpretar la finalidad del proyecto.

En este sentido, recordó que solo en la capital, la Xunta gasta al año 2,5 millones de euros en arrendamientos, de modo que esas partidas se podrían dedicar a inversión en mejorar las instalaciones públicas en propiedad para que puedan albergar al menos a los empleados de los servicios centrales.

Sin parque de bomberos

En el turno de preguntas, el presidente autonómico fue cuestionado acerca de una petición que habían realizado en semanas anteriores los Bomberos compostelanos, supuestamente con apoyo del Ayuntamiento, para convertir la Estación en un parque comarcal del servicio de emergencias. Ante esto, Núñez Feijóo se remitió a lo acordado en 2009 y apuntó que la localización es idónea para la empresa de ampliar los edificios administrativos. «Obviamente, lo que no podemos es trasladar San Caetano tal y como está», apuntó, en referencia a una infraestructura en la que actualmente trabajan más de 2.000 personas.

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