Reparto de propaganda de Ciudadanos en un mercado santiagués
Reparto de propaganda de Ciudadanos en un mercado santiagués - MUÑIZ
CARRERA HACIA LAS URNAS

Los candidatos mudos

La formación naranja no da mítines y centra sus eventos en repartos y «actos de proximidad»

Santiago Actualizado: Guardar
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Una de las explicaciones unánimes que se da al ascenso de Ciudadanos en toda España es el carisma de su líder, Albert Rivera, encumbrado por unas grandes dotes oratorias que han sido forjadas en debates universitarios y tertulias televisivas. El patrón del candidato a la Presidencia del Gobierno lo han seguido otras figuras destacadas del partido como su sucesora en el puesto de aspirante a la Generalitat de Cataluña, Inés Arrimadas. Es por ello que sorprende que durante esta campaña, una formación que ha conseguido buena parte de sus éxitos gracias a la retórica, haya renunciado a ella en toda una Comunidad.

Los modestos resultados del partido naranja en las pasadas elecciones municipales en Galicia y el escaso perfil público de muchos de sus integrantes han llevado a que hayan planteado una campaña basada en paseos y repartos de propaganda electoral con la fotografía del catalán.

Contados encuentros sectoriales y apenas el mitin central —finalmente con la propia Arrimadas—, completan la nómina de eventos que se desarrollarán en territorio gallego para unas listas a las que las encuestas vaticinan al menos un par de escaños. Desde fuentes internas al partido apuntan a que esto no responde a una estrategia, sino a que «los candidatos no son políticos profesionales, así que tienen poco tiempo porque tienen que atender sus profesiones e intentan aprovechar para pisar la calle y escuchar a la gente».

Sin discurso propio

Entre los reproches más habituales que están recibiendo los aspirantes a diputados de Ciudadanos es la incapacidad de articular un discurso en cuanto a temas que son de especial relevancia en Galicia. Quedó patente cuando el candidato por la provincia de La Coruña, Antonio Rodríguez, fue preguntado por actuaciones concretas en la Comunidad en los primeros compases de la campaña y respondió que «ahora toca un proceso de propuestas a nivel estatal, las gallegas habrá tiempo para concretarlas hasta las elecciones autonómicas». En el mismo sentido se pronunció ayer en un desayuno informativo, donde Rodríguez insistió en las líneas maestras del discurso del partido como el contrato único, las primarias como método de regeneración de la política o las medidas para frenar la corrupción.

En un discurso sin muchos alardes, el candidato se permitió la única licencia poética de comparar el sistema fiscal español con un queso. «El de ahora parece un gruyer lleno de agujeros en forma de exenciones, y queremos conseguir uno que sea compacto como el manchego», subrayó, pero al preguntarle sobre temas netamente gallegos volvió a mostrarse dubitativo y poco claro. Apuntó que las soluciones propuestas, «en tanto que Galicia es una Comunidad española, también son válidas», pero al cuestionársele por el naval o el lácteo, optó por lugares comunes como el «apoyo» o «dar valor» a los diferentes sectores. En cuanto a un tema trascendental y polémico durante las últimas semanas como el futuro del Puerto Exterior de La Coruña, Rodríguez no acertó siquiera a dar una respuesta, y apuntó que no tenía «suficiente documentación» sobre el conflicto, emplazando a los medios a recibir una respuesta «en otro momento».

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