Ximo Puig reclama a Rajoy y Puigdemont que «se aparten si no son capaces de dialogar» tras el 1-O

Alberto Caparrós

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02/10/2017
Actualizado a las 18:52h.

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«Si los actores principales del proceso catalán no son capaces de dialogar, deben apartarse». El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig , ha reiterado la necesidad de que M ariano Rajoy y Carles Puigdemont entablen una vía de diálogo tras calificar la jornada del 1 de octubre como «el fracaso más grande de la historia de nuestra democracia». Según Puig, las imágenes de este 1-O «cristalizan una ruptura emocional» pues, a su juicio, se dio «un paso atrás cuando había que dar pasos hacia adelante».

Al contrario que su vicepresidenta , Mónica Oltra , el jefe del Gobierno valenciano ha repartido críticas y responsabilidades entre el Gobierno central y el catalán. Al primero le ha acusado de «inmovilismo» por «no ofrecer un proyecto alternativo ilusionante ante la épica del independentismo» ni «haber combatido ideas falaces» de los secesionistas. Con todo, para Puig, este domingo «no se celebró un referéndum sino que hubo una movilización social» después de que «en Cataluña se haya instalado un pensamiento único» a través de «trampas» y procesos de «escasa calidad democrática».

El presidente valenciano ha lamentado que «ni Rajoy ni Puigdemont asuman el más mínimo de autocrítica» y les ha emplazado a «rebajar la tensión» como primera medida de carácter urgente. A su juicio, "cargar toda la responsabilidad" sobre Rajoy y Puigdemont sería "totalmente inapropiado", aunque son "quienes tienen más responsabilidad".

Para Puig, ha faltado "valentía y coraje político para asumir la realidad" y presentar un proyecto alternativo, ante las asimetrías existentes, y ha aseverado que los valencianos no quieren que Cataluña "se vaya".

El presidente valenciano ha mostrado además su "máximo respeto" por los Cuerpos de seguridad del Estado , a los que "no hay que satanizar", porque "quien toma las decisiones es quien debe asumir las responsabilidades".

Tras denunciar que «con la violencia no se soluciona nada» y lamentar que se haya propagado una suerte de «xenofobia social», Puig ha planteado la necesidad de «afrontar el problema catalán junto a la situación territorial de España en su conjunto». De hecho, el presidente de la Generalitat ha proclamado que «el Estado autonómico está agotado» en su concepción actual». Por ello, considera que «el problema catalán debe acelerar las reformas ante la crisis institucional».

Así, ha planteado como medidas urgentes la convocatoria de una mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña , abordar en el Congreso la reforma de la Constitución y aprobar un nuevo modelo de financiación que permita a las autonomías disponer de mayores recursos del Estado.

Puig ha negado que el proceso separatista pueda alcanzar en su onda expansiva a la Comunidad Valenciana y, frente a las tesis defendidas por dirigentes de Compromís, ha señalado que «el proyecto de los países catalanes no existe en términos políticos en ninguna fuerza parlamentaria de la Comunidad Valenciana».

En su intervención en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea, Puig ha solicitado abordar la reforma del título octavo de la Constitución para articular «un nuevo proyecto para la España del siglo XXI que permita conjugar la diversidad territorial y la igualdad de las personas». Para ello, el líder del PSPV plantea un «Senado federal y el reconocimiento efectivo de las nacionalidades» . Puig cree necesario dotar de mñas peso a las comunidades autónomas en la Unión Europea y en las decisiones que les afectan directamente: «Frente a la jerarquía centralista, horizontalidad cooperativa» .

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