Más global, más radical

No tengo muy claro qué ha pasado este fin de semana en Cataluña . Algo gordo por lo visto. Lo único que tengo claro es que desde este domingo todos en este país somos un poco más radicales con este asunto. Gracias, por supuesto, a la modernidad. A la nueva vida que nos ha tocado vivir.

Y que nadie entienda esto como una crítica a la evolución . Yo estoy convencido de que cada cambio, aunque al principio duela, al final es para bien. Mi único ánimo es dar una explicación, la mía, sobre cómo funciona la comunicación en el nuevo mundo en el que ya vivimos.

Ya antes de este domingo, pero sobre todo desde ese lamentable momento, los españoles estamos siendo bombardeados con información sobre lo que pasó. Con información verdadera y con información falsa. Pero la información más importante para cada uno de nosotros es la elegida : nosotros elegimos a nuestros contactos en redes sociales y ellos seleccionan información para nosotros.

Un antecedente: la crisis que sufren los medios de comunicación tradicionales afecta a sus cuentas y a su inversión en recursos para obtener información fiable. Buen cóctel para acabar con su credibilidad.

Por eso, la irrupción de nuevas herramientas de comunicación más rápidas, más adaptadas a nuestro teléfono móvil y en las que, además, elegimos la fuente, hace que cambiemos de procedimiento para informarnos.

Donde antes estaba una cabecera de periódico ahora está, en el mejor de los casos, una pieza de ese periódico compartida en Facebook por un amigo . Y, en el peor, un vídeo trucado por cualquiera compartido en Twitter por ese mismo amigo. Las redes sociales forman nuevos grupos de amigos que generalmente comparten posicionamiento político. De tal forma que lo que antes era una conversación entre amigos que comparten ideas, ahora se ha convertido en el camino para obtener información.

Ya he dicho al principio que no iba a juzgar lo que ocurre, solo describirlo. Ahora, una cosa tengo clara , el mundo es más global y al mismo tiempo, aunque parezca contradictorio, más radical. Y por eso me temo que la globalización no nos va a ayudar a resolver ningún problema del estilo del vivido estos días.