Valencia

Absuelven a un naturópata por la muerte de un joven con leucemia que abandonó la quimioterapia

El juez considera que fue Mario, de 21 años, el que decidió dejar el tratamiento antes de recibir el segundo ciclo

José Ramón Llorente, el naturópata que trató a Mario antes de morir ABC
Ade Palomar

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Cuando Mario Rodríguez, de 21 años, le dijo a su padre que se había «equivocado» al tomar la decisión de abandonar la quimioterapia para tratar la leucemia que padecía en 2013, ya era demasiado tarde. «No hijo. No te has equivocado. Te han mareado la cabeza», le contestó en su día su padre, Julián Rodríguez, quien ha luchado todos estos años por sentar en el banquillo a la persona que prometió «que le iba a curar con medicina naturista y ortomolecular » y quien le estuvo tratando unos meses hasta que murió en julio de ese mismo año.

Ahora, sin embargo, la Justicia falla en favor del curandero , José Ramón Llorente, y le absuelve de los delitos de intrusismo y homicidio por imprudencia grave, por los que el padre de Mario pedía dos y cuatro años de cárcel y, además, una indemnización de 500.000 euros.

En su sentencia, emitida ayer, el magistrado del Juzgado de lo Penal número 10 de Valencia considera que Mario «adoptó de forma libre y consciente las decisiones últimas relativas a su tratamiento, acertadas o no» y añade que no es posible «ponderar» en qué medida el retraso en su tratamiento provocó la recaída que le llevó a la muerte.

Al joven estudiante de Físicas le diagnosticaron una leucemia linfoblástica en enero de 2013, y fue tratado en el Hospital Arnau de Vilanova de Valencia, donde le prescribieron tres fases de quimioterapia, la última con trasplante. Sin embargo, según explica la sentencia, desde el principio se mostró «reacio» a este tratamiento, ya que su madre (fallecida recientemente), era «una firme defensora de las terapias alternativas a la medicina tradicional», por lo que se considera importante el papel que desempeñó la progenitora al educar a su hijo bajo sus mismas creencias.

Así, Mario acudió al primer ciclo de quimioterapia, pero abandonó el tratamiento antes del segundo ciclo, y al poco decidió ponerse en manos de Llorente.

El juez indica que «no parece que ninguna de las pautas alimentarias, compuestos o productos vitamínicos que el acusado prescribió al joven hubiera podido influir negativamente en la evolución de su enfermedad».

Fármacos contraindicados

Respecto a la inocuidad de los medicamentos que Llorente prescribió al paciente, uno de los hematólogos que trató al joven en el hospital advirtió del peligro de dos de los productos vitamínicos. Tras pedirle el nombre de estos, el experto indicó que «hubo dos» que se los prohibió. «Eran una mezcla de hongos y estos pacientes suelen tener problemas infecciosos... y no es lógico», explicó. Este médico aseguró que el joven valenciano estaba convencido de que, con el método de Llorente, se iba a curar. Sin embargo el juez sostiene que «solo puede considerarse probado» que el naturópata «le indicó determinadas pautas alimenticias a seguir y le aconsejó tomar determinados complementos alimenticios para fortalecer su organismo».

La sentencia alude también a los vídeos divulgativos de Llorente en internet, en los que el naturópata asegura que «se ha demostrado científicamente» el uso de las vitaminas de su terapia para la lucha contra el cáncer. «Es cierto que llega a afirmar en esa ponencia que la terapia alternativa con vitaminas ha ofrecido resultados positivos, especialmente en aquellos casos en que no se ha sometido el paciente previamente a tratamiento con quimioterapia o radioterapia», recoge el fallo judicial. Sin embargo, el magistrado advierte de que no puede imputarse la muerte del joven al acusado por tales vídeos, debido al mero carácter divulgativo de estos.

No se hizo pasar por médico

Durante el tiempo que Llorente estuvo tratando a Mario, no hubo «pruebas analíticas, radiológicas o de cualquier otra índole propias de la profesión médica», por lo que el magistrado le absuelve del delito de intrusismo −por el que el fiscal pedía un año y medio de prisión−, al reconocer que esta persona carece de título en Medicina y tampoco se puede acreditar que desarrollara «actos propios de la profesión médica». Licenciado en Naturología por la Universidad Internacional de Ecuador , la Consellería de Sanidad obligó a Llorente a retirar de su consulta una placa que figuraba como «Medicina Naturista y Ortomolecular», tras la muerte de Mario y después de que el padre del joven interpusiera una denuncia contra él. Así, el curandero sustituyó la placa por una que rezaba «Centro de Terapias Naturales». La sentencia ha sido un mazazo para este padre, que anunció que la recurrirá ante la Audiencia Provincial y seguirá «luchando» para que centros no sanitarios como el de Llorente no sigan abiertos, «porque hay leyes que impiden que puedan impartir o difundir terapias».

Desde su experiencia, Julián Rodríguez advirtió del peligro de «dejarse llevar por las creencias , y no por las evidencias», así como de no confiar «en las terapias científicas con ensayos clínicos y demostradas».

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