Imagen de Isabel Bonig junto al consejo de dirección del PP de la Comunidad Valenciana
Imagen de Isabel Bonig junto al consejo de dirección del PP de la Comunidad Valenciana - MIKEL PONCE
Política

La hoja de ruta de Isabel Bonig en el PP valenciano tras la muerte de Rita Barberá

La dirección regional mantendrá la «línea roja» con los imputados y centrará la agenda política en la oposición al PSPV y Compromís

VALENCIA Actualizado: Guardar
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«No formaba parte de su círculo de íntimo, pero la apreciaba». La presidenta del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, se refería en estos términos a Rita Barberá en una conversación mantenida con ABC el pasado viernes, en pleno luto oficial por la muerte de la que fuera durante veinticuatro años alcaldesa de Valencia.

Bonig optó por mantenerse en un segundo plano por consideración a la figura de que la fuera la principal referencia del PP valenciano y hacia sus familiares. Este periódico respetó su postura y por ese motivo este periódico no difundió sus declaraciones aquel viernes.

«Rita Barberá estaba muy enfadada conmigo y la relación era inexistente», según relató Bonig, para quien la senadora «no se merecía ese final».

La presidenta del PPCV ha asistido «a título personal» a los dos misas oficiadas en la catedral de Valencia en memoria de la que fuera referente de los populares en la capital del Turia durante las últimas tres décadas. Acudió el miércoles de la pasada semana y este lunes hizo lo propio, aunque a diferencia de otros dirigentes del PP, como el presidente del Senado, Pío García Escudero, o de antiguos líderes de la formación, como José María Aznar, ocupó uno de los asientos traseros de la catedral y no se acercó a saludar a la familia de la senadora fallecida en público.

A diferencia del presidente y la secretaria general del PP, Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, respectivamente, la máxima mandataria de la formación en la Comunidad Valenciana no acudió al tanatorio en el que se celebró el funeral de Barberá: «La familia dejó muy claro que no quería la presencia de partidos políticos e intituciones y yo no soy hipócrita».

A la presidenta del PPCV la muerte de Barberá le sorprendió en una conferencia del alcalde de Benidorm en Valencia. Esa ha sido hasta la fecha su última comparecencia pública, en la que subrayó que Baberá fue «referente en la política nacional, y especialmente en la autonómica y local, hasta convertirse en la alcaldesa de España».

Imagen de la misa por Rita Barberá celebrada este lunes
Imagen de la misa por Rita Barberá celebrada este lunes - MIKEL PONCE

La declaración no fue una pose. El presidente de la gestora del PP en la ciudad de Valencia, Luis Santamaría - un dirigente de la máxima confianza de Bonig cuyo nombramiento avaló Génova- sostiene que «no vamos a renunciar a todo lo positivo que hizo Rita Barberá durante veinticuatro años».

Los populares suspendieron por el fallecimiento de la senadora una cumbre sobre el déficit hídrico prevista para el pasado fin de semana en Orihuela y este lunes Bonig optó por no comparecer ante los medios tras la reunión del consejo de dirección. En su lugar lo hizo la «número dos» del PPCV, Eva Ortiz, quien explicó que el partido no moverá su «línea roja» con dirigentes investigados por los tribunales en presuntos casos de corrupción, a la espera de la decisión que tome al respecto la formación en el congreso nacional previsto para el próximo mes de febrero.

El caso Taula sigue abierto, con nueve de los diez concejales del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia investigados por presunto blanqueo de capitales y delito electoral. Bonig pidió sin éxito a los ediles que habían formado la lista electoral de Barberá que dejaran su acta, por lo que siguen en el grupo aunque fueron suspendidos de militancia, toda vez que Génova quiere evitar a toda costa quedarse con un único concejal (el independiente Eusebio Monzó) en la tercera capital de España.

Imagen de Bonig tomada el día de la muerte de Rita Barberá
Imagen de Bonig tomada el día de la muerte de Rita Barberá - EFE

No obstante, conforme ha informado este periódico, la dirección nacional del PP ha presentado alegaciones para desvincularse de estas práctica. El partido presentó las facturas sobre gastos de campaña sufragados por Génova y documentación para desmarcarse de las decisiones en el grupo municipal en el Ayuntamiento en la etapa de Barberá que investiga el juez encargado del caso Taula, Víctor Gómez.

Mientras, la dirección regional espera pasar página a los asuntos relacionados con la corrupción lo más pronto posible para rearmar el partido en Valencia, aunque mira de reojo al presidente de la formación en la provincia, Vicente Betoret, quien figura en algunos informes del sumario del caso Taula. Una imputación supondría otro varapalo para la actual cúpula de los populares.

El siguiente paso en la hoja de ruta diseñada en la calle Quart pasa por celebrar en abril el congreso regional, en el que salvo sorpresa se confirmará el liderazgo de Bonig, y centrarse en las tareas de oposición al PSPV y Compromís con una agenda de corte económico y social con el objetivo de recuperar la Generalitat en 2019.

En ese contexto, salvo imprevistos la reaparición de Bonig se producirá este jueves en las Cortes Valencianas, donde aprovechará la sesión de control para preguntar al jefe del Consell, Ximo Puig, sobre cómo ha influido su política económica en la Comunidad Valenciana.

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