El soberanismo se escabulle de nuevo y no da explicaciones sobre el «caso Vidal»

La mayoria soberanista del Parlamento catalán ha vuelto ha impedir hoy que el ejecutivo catalán dé explicaciones sobre las declaraciones del exjuez y exsenador de ERC Santiago Vidal relativas a la supuesta comisión de delitos po parte de la Generalitat en el proceso soberanista.

El grupo de Cs ha pedido una modificación del orden del día para forzar la comparecencia del presidente Carles Puigdemont, rechazado por Junts pel Si, que por boca su portavoz Marta Rovira ha apuntado que en este caso el exjuez Vidal ya ha asumido su responsabilidad dimitiendo.

Rovira ha recordado que Oriol Junqueras y su segundo Lluís Salvadó " ya contestaron todas las preguntas" sobre este tema en sus comparecencias en comisión parlamentaria la semana pasada

La diputada de la CUP Anna Gabriel ha coincidido en que ya no se necesitan más explicaciones porque "la cuestión quedó cerrada" con las explicaciones de Junqueras y Salvadó, y ha criticado a la oposición por querer hablar sólo del soberanismo y dejar aparcados otros temas esenciales como la política de acogida de refugiados.

Los grupos de la oposición han reprochado la falta de explicaciones, y de hecho, durante la sesión de control al gobierno, Ciudadanos ha vuelto a poner sobre la mesa el asunto, preguntando en concreto si alguien de ERC o del gobierno catalán había asistido a las conferencias de Vidal en los últimos meses. Oriol Junqueras tampoco ha respondido. La exigencia de la oposicón llega un día después de que los mismos grupos forzasen ayer la creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre este mismo asunto.

También durante la sesión de control, el grupo del PP ha rogado al gobierno de Junts pel Sí a que rompa su acuerdo parlamentario con la CUP, al entender que es incompatible con los mínimos parámetros democráticos. El portavoz popular Alejandro Fernández ha recordado en este sentido las declaraciones de dirgentes de la CUP como la diputada Anna Gabriel, que de manera reciente apuntaba que la respuesta catalana en caso de intervención del Estado sería "cruenta".