Manifestación en contra del desa
Manifestación en contra del desa - EFE

El «banco expropiado», un centro «okupado» con alquiler a cargo de CiU

El centro desalojado por los Mossos estaba «okupado» desde 2011 y, según el exalcalde Trias, «era personas queridas por parte de los vecinos»

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Horas después de que el desalojo de la antigua sucursal bancaria del barrio de Gràcia se saldase con una primera noche de disturbios, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se apresuró a recordar que durante el anterior mandato CiU estuvo pagando el alquiler del local, de 5.500 euros al mes.

Una decisión que se explica, según la alcaldesa, para evitar nuevos incidentes antes de la campaña de las municipales después de los disturbios que causó el desalojo de Can Vies. «Entiendo que para no tener problemas», relativizó Colau, que tampoco conocía que el Ayuntamiento había firmado un contrato anual con la inmobiliaria de 66.500 euros.

Con el cambio de gobierno, explicó Colau, se dejó de pagar el alquiler y «ofrecimos hacer mediación entre ambas partes y buscar otros locales».

«De momento no lo han querido pero estamos abiertos a mediar», reiteró la alcaldesa.

Trias salió ayer a justificar las concesiones con el colectivo y argumentó que quiso conseguir tiempo para buscar solución al conflicto porque «eran unas personas queridas por una parte de los vecinos». Tras eso, el líder convergente criticó que Colau «en un año no haya hecho nada» en este caso.

El Banco Expropiado, una antigua oficina bancaria de unos 100 metros cuadrados, permanecía «okupada» desde octubre de 2011. El local había pertenecido a Catalunya Caixa y pasó a manos de una inmobiliaria justo antes de las municipales de 2015, cuando fue alquilado por el entonces gobierno de CiU con el fin de evitar altercados y garantizar una solución que satisfaciera al movimiento okupa y al propietario.

Durante ese tiempo, la entidad y posteriormente la inmobiliaria interpusieron sendas demandas que dieron lugar a varios actos de protesta y la okupación de otra oficina de Catalunya Caixa en Gràcia, el casal Tres Lliris -también desalojado en noviembre-. El contrato de alquiler expiró el 1 de enero de este año después de que el nuevo gobierno avisara de que no tenía intención de seguir manteniendo el arrendamiento.

En la misma dinámica que los edificios okupados, el local organizaba sesiones de cinefórum, charlas, clases gratuitas de idiomas y una variedad de talleres de aprendizaje de distintas disciplinas, según se puede advertir en el blog del Banco. Además, fue un estímulo para la okupación de otros locales.

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