Maite Masià, directora adjunta de la Oficina Antifraude Catalana
Maite Masià, directora adjunta de la Oficina Antifraude Catalana - ABC

La sustituta de De Alfonso, salpicada en dos casos de corrupción

El Parlament aprueba el cese del ex jefe de Antifraude con el único voto en contra del PP

Barcelona Actualizado: Guardar
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Como estaba previsto. Con los votos favorables de JpS, C’s, PSC, SíQueEsPot y la CUP, y la única negativa del PP, el Parlamento catalán aprobó ayer revocar el nombramiento del director de la Oficina Antifraude Catalana (OAC), Daniel del Alfonso por sus conversaciones grabadas con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en las que despachaba sobre investigaciones relativas a cargos de ERC y CDC. El PP alegó que la única ilegalidad fue la grabación de las reuniones.

Los grupos favorables a su cese defendieron que De Alfonso incumplió sus funciones al revelar información al ministro -fabricando incluso pruebas, según sugieren algunas de sus comentarios grabados- e incurriendo así en una negligencia grave.

De Alfonso, por su parte, no quiso ayer hacer valoraciones públicas de su destitución.

Se ha especulado con que recurriría su cese, aunque en una carta de despedida que ayer remitió a los trabajadores de la OAC se disculpó «por no estar a la altura» y aseguró que su único deseo es volver a su trabajo como magistrado. Además, jura que ni grabó ni difundió las conversaciones con el ministro, pese a que el diario Público, que las publicó, certificó ayer que se grabaron con su teléfono móvil. Y sugieren que él lo sabía; que no se lo pincharon.

Mientras, la OAC pasó ayer de forma temporal -a la espera de nombrar a un nuevo director/a- a manos de la directora adjunta de la oficina, Maite Masià. El trámite disparó la polémica por las vinculaciones de la sustituta de De Alfonso con Convergència, de la que es militante, y con algunos casos de corrupción que han salpicado a este partido, como el de las ITV, por el que irá a juicio Oriol Pujol.

Masià ya trabajó en la OAC desde su creación en 2008, como responsable del Área de Universidades, Empresas Públicas, Fundaciones y Consorcios. En 2011, fue fichada por el gobierno de Artur Mas como directora del Instituto Catalán de Energía (Icaen), organismo de la Generalitat. Durante esa época, mantuvo conversaciones con el amigo y socio de Oriol Pujol, Sergi Alsina -también imputado en el caso ITV-, sobre subvenciones a la empresa de inspección de vehículos que Alsina, Pujol y otros socios querían crear. Masià nunca fue imputada en este caso.

También durante su etapa en el Icaen, la ahora directora en funciones de la OAC otorgó al menos seis contratos a tres empresas sin mediar concurso público. Dos de esas empresas pertenecen a la familia Sumarroca, fundadora de Convergència y que está siendo investigada en el caso Petrum por supuestamente pagar comisiones del 3% a CDC a cambio de adjudicación de obra pública. La otra empresa favorecida por Masià está dirigida por el hijo de uno de los fundadores de la extinta Banca Catalana de Jordi Pujol.

La eligió el director

Masià volvió a la Oficina Antifraude a finales de 2014. Fue elegida por Daniel de Alfonso como su mano derecha, su directora adjunta. Su nombramiento causó polémica por sus «antecedentes». Sin embargo, nada de ello fue obstáculo para que el Parlamento catalán validara su nombramiento. ERC, ICV-EUiA, PP y Ciutadans votaron en su contra. Pero los votos de CiU y el PSC bastaron para aprobar su fichaje.

La revocación de De Alfonso vino ayer precedida por la sesión de control en el Parlamento catalán. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, hizo un llamamiento a acelerar el proceso independentista tras las revelaciones de las reuniones Fernández Díaz-de Alfonso -«sobre la cloacas del Estado», dijo- y la decisión del TSJC de llevar a juicio a Artur Mas por la consulta del 9-N. «Hemos de irnos lo antes posible. No sólo conviene cambiar de Estado, sino de época», soltó.

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