El 80% de los profesores de la UB han secundando la huelga para regularizar los docentes asociados

Muchos docentes asociados cobran menos de 500 euros al mes y no tienen plaza fija

La universidad de Barcelona durante la huelga de hoy CC.OO.

M.V.

Casi ocho de cada diez profesores de la Universidad de Barcelona (UB) han secundado la huelga convocada este jueves para protestar por las condiciones laborales del profesorado universitario y, especialmente, de los docentes «asociados» que no tienen una plaza fija y deben soportar unas condiciones de trabajo más precarias que sus compañeros.

La presidenta del comité de empresa de la Universidad de Barcelona , Montserrat Mitjans, ha resaltado el carácter unitario del paro antes del inicio de la manifestación que ha transcurrido por el centro de la Ciudad Condal para reividnicar una mayor estabildiad labroal y unos mejroes salarios para todos los docentes. Según han informado fuentes de la UB, las facultades con un mayor seguimiento del paro han sido las de Filosofía (92% de las clases suspendidas), Geografía e Historia (90%) y Educación (85%), mientras que en otras el seguimiento ha sido de un máximo del 30%.

Tal y como denuncia el comité de empresa del personal de la UB, 2.255 de los 5.715 profesores de la univeridad pública de Barcelona son «docentes asociados» , una figura, dicen, muy «precarizada». «Estos contratos no llegan a los 500 euros mensuales y, además, no tienen una plaza fija. Al no ser docentes funcionarios, la mayoría solo ejercen de docente al ser su profesión y vocación en espera de la oportunidad de estabilizarse dentro del marco universitario, generando inquietud e inestabilidad», han agregado en su manifiesto los estudiantes que han apoyado la huelga de profesores.

Por su parte, el equipo de Gobierno de la Universidad de Barcelona ha difundido un comunicado en el que además de respetar la convocatoria de la huelga reconoce que «la proyección de una carrera profesional óptima es clave para asegurar la excelencia de la docencia y de la investigación», sin embargo, se escudan en la reducción del gasto público en universidades para justificar los sueldos y las condiciones laborales de parte de su profesorado.

«Las restricciones actuales que impiden cualquier incremento del número de efectivos y cualquier incremento del total de gastos de personal, han frenado la puesta en marcha de medidas que garanticen una carrera académica racional dentro de nuestra institución», han lamentado.

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