Joan Corbera - Tribuna Abierta

La historia trapicheada

Los historiadores lo tendrán más complicado y las lecturas sobre lo que pasa hoy día serán múltiples

El hallazgo del hombre de Piltdown ha sido uno de los mayores fraudes de la historia. En 1912, un obrero encontró unos restos óseos en este pueblo del sur de Inglaterra. El hallazgo fue un pedazo de cráneo, un diente suelto y una mandíbula. Un paleontólogo del Museo Británico los presentó en la Sociedad Geológica de Londres. La prensa rápidamente difundió la noticia. Los restos fueron aceptados por la comunidad científica sin mayor análisis y se abonó la idea de que era el eslabón perdido.

Al cabo de unos años, comenzaron a surgir dudas sobre el origen de los restos. Finalmente, en 1953 un dentista reveló el fraude: la mandíbula correspondía a un orangután, el diente suelto a un mono y el cráneo a un homínido. ¡Habían transcurrido cuarenta y un años desde el hallazgo! Y todos los fósiles eran del género Homo sapiens.

Me resulta difícil pensar que a la ciencia se le cuelen mentiras. El método científico es sistemático, analítico, preciso. Otra cosa son los errores y las interpretaciones fraudulentas. La justificación del aborto por ejemplo. No ocurre lo mismo con otras disciplinas. En el caso de la historia, las falsedades son mucho más difíciles de erradicar.

Estos días, en Cataluña vivimos retazos de historia. Desde 1978, no ha habido acontecimientos políticos de tanto calado. Ahora, somos los periodistas los que en primera instancia recogemos los hechos. Serán luego los historiadores quienes lo cuenten a las futuras generaciones. Me pregunto, ¿qué será lo que recojan los libros escolares dentro de cien años? ¿Se silbará en el Camp Nou en el minuto 20 con 17 segundos?

Los historiadores lo tendrán más complicado y las lecturas sobre lo que pasa hoy día serán múltiples. Internet y las redes sociales lo están complicando todo. Son tantas las fuentes y tantos los medios que hablan de lo que pasa que será complicado escoger unas y desechar otras. La criba quizá se convierta en una rama de la historia.

De 1714, con apenas producción literaria sobre el terreno, ya se produce una doble lectura. De una simple disputa por el trono monárquico, austracistas contra felipistas, el relato independentista ve una guerra entre naciones. Secesión frente a sucesión. Y Cataluña aplastada por España.

Resulta curioso ver que en 1714 se patentó la máquina de escribir, pero no fue hasta unos años después cuando se fabricó. ¿Cuándo se inventó pues?

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